La Policía continúa tras la pista de un vehículo Spark rojo en el que habrían huido los responsables de un doble crimen suscitado afuera de las discotecas ubicadas en la avenida Alonso de Angulo, en el sur de Quito.

El hecho sangriento ocurrió la noche del sábado 6 de mayo. Matilde, moradora del sector, contó que estaba a punto de dormir con su hija cuando escuchó disparos, gritos y unas llantas derrapando. Miró por su ventana y había un hombre tendido en el suelo. Inmóvil.

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Se trataba de Jesús Soto, un venezolano que trabajaba como guardia de seguridad en una de las discos. Tenía varios disparos en su cabeza. Decenas de personas corrían y trataban de esquivar el cadáver. Otros señalaban la entrada del establecimiento de al lado.

Allí yacía el cuerpo sin vida de Héctor Cabuyales, el administrador de otra discoteca. Al parecer, según Matilde, ambos conversaban cuando fueron sorprendidos por sus verdugos.

La mujer contó que hubo un tercer baleado que sobrevivió al ataque. “Se metió debajo de un taxi para salvarse. Tenía disparos en una pierna”.

Investigación

Personal del Distrito Eloy Alfaro llegó al sitio para despejar a los curiosos de la escena del crimen y retirar a un grupo de jóvenes que armó bronca en ese momento.

El teniente coronel Freddy Raza, subcomandante del distrito, mencionó que los agentes que acudieron a la escena confirmaron que las víctimas no tenían signos vitales y ayudaron a trasladar al herido a una casa de salud cercana.

El oficial indicó que personal de Criminalística y de la Unidad de Muertes Violentas levantaron evidencias en la escena y revisaron las cámaras de seguridad de los locales para conocer más detalles del hecho sangriento. “Se encontraron siete indicios balísticos de pistolas nueve milímetros”.

Raza añadió que la motivación del crimen sería por la pugna de poder entre bandas organizadas que pretenden tener el control de la venta de droga en ese sector.

Además, una de las víctimas (Cabuyales) registra antecedentes penales por tenencia y tráfico de estupefacientes. “Hace unas semanas hubo un altercado entre miembros de un grupo criminal y los guardias de seguridad de esta zona”, dijo el teniente coronel. 

Según las grabaciones y el relato de los testigos, los gatilleros habrían huido en un carro Spark rojo con dirección al sur de la ciudad.

Matilde y otros moradores que prefirieron reservar su identidad comentaron que deben investigar bien el caso porque consideran que se trataría de vacunas.