El letrero que enuncia que Jorge Yunda era el alcalde de Quito terminó en un cartón. Hubo mudanza en el despacho del primer personero capitalino y su nuevo inquilino es Santiago Guarderas.

Desde ese mismo espacio, ayer ofreció una rueda de prensa en la que mencionó que en los 22 meses de administración municipal que le quedan no se podrán solucionar los grandes problemas de la ciudad.

“Nos vamos a enfrascar en dos o tres. Primero poner en orden la casa”, insistió.

Guarderas asumió la Alcaldía luego de que la jueza Grimanesa Erazo revocara las medidas cautelares que impedían que el proceso de remoción de Yunda siguiera su curso. Incluso después de que el Concejo Metropolitano lo aprobara, el 3 de junio, y el Tribunal Contencioso Electoral lo ratificara el 1 de julio.

Las primeras decisiones

Uno de los puntos más importantes es la reactivación económica, según el alcalde subrogante. Para ello solicitará una reunión con el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, y la ministra de Salud, Ximena Garzón, para que el Municipio pueda vacunar a los sectores más vulnerables.

“Tenemos dos ordenanzas que tienen que ver con el turismo e intervención inmediata en el Centro Histórico”, agregó.

Inició sus actividades con una reunión con la mesa de Salud del Concejo, en la que anunció a Francisco Viteri como el nuevo secretario de Salud. Además, mediante un oficio, solicitó la renuncia de todos los gerentes de las empresas municipales.

"Un hito en el país"

Paco Moncayo, exalcalde de Quito, comentó a EXTRA que la remoción de Jorge Yunda no solo marca un hito en la ciudad, sino en el país.

“Se ha aplicado por primera vez un mecanismo de participación ciudadana. Los mandatarios saben que no pueden hacer lo que quieran”, explicó.

Para Roque Sevilla, también exalcalde, este hecho significa un paso importante en la gobernabilidad. Calificó a este proceso como “una tragedia para Quito, pero al mismo tiempo una señal hacia los gobernantes de que pueden ser censurados.

“Un hecho vergonzoso de ver cómo sale un alcalde pifiado por la ciudadanía. Es un mensaje claro”, insistió.

Los quiteños tienen opiniones divididas, para Lenin Baquero, taxista, en los dos últimos años no se realizaron obras. Situación que se agravó con la disputa del poder. “Cambian a cada rato de autoridades y eso no deja avanzar a la ciudad”, señaló.

La enfermera Gabriela Mena, en cambio, considera que la posesión de Santiago Guarderas es ilegal, pues aún le queda a Yunda la acción de protección. “Cuando del juzgado salga la resolución deja de ser alcalde”, espetó.

Rodrigo Romero, empleado público, opinó que tampoco tiene expectativas de la nueva gestión municipal. “La pugna más pareció un tema político que un verdadero deseo de trabajar por la ciudad”.

Tanto exalcaldes como ciudadanos coinciden en que Quito ha sido la urbe más golpeada en la pandemia y que la reactivación es urgente. También que el juicio, por el delito de peculado debido a la compra supuestamente irregular de las 100 mil pruebas, en contra de Yunda continúe aunque ya no esté en el cargo.