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Galápagos: Tortugas gigantes e iguanas, las ‘ingenieras’ del ecosistema
Científicos destacan que las especies reintroducidas en la isla Santa Fe ayudan a 'reconstruir' el medioambiente insular.
Nacieron entre 2013 y 2016. Con edades entre los 7 y los 5 años se las considera ‘juveniles’, pero ya están listas para ir ganando espacio entre la población reproductora de las tortugas gigantes de las islas Galápagos. Son 191 quelonios de la especie Chelonoidis hoodensis que fueron trasladados a la isla Santa Fe, para fortalecer el proceso de repoblación en este lugar.
Estos animales, que nacieron en cautiverio, fueron trasladados desde el centro de crianza Fausto Llerena, en Santa Cruz, hasta Santa Fe, donde se unieron a la aquellas que han sido introducidas desde el año 2015, como parte del proceso implementado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos y Galapagos Conservancy, para repoblar y mantener el buen estado de la isla. Con estas, ahora la población de tortugas gigantes ya suma las 732.
El resultado ha sido exitoso, asegura, pues al no haber competencia por recursos entre tortugas e iguanas -otra especie con la que se repobló la isla- estas contribuyen activamente a la dispersión de semillas, especialmente de cactus Opuntia, que crece en lugares secos y áridos de Galápagos, gracias a que almacena agua en sus tallos gruesos y carnosos.
“En otras palabras, significa que están cumpliendo su rol de ‘ingenieras del ecosistema’, aspecto que se seguirá documentando a través de las actividades de monitoreo que continuarán en el largo plazo”, precisó Rueda.
La tortuga gigante, que puede llegar a pesar un promedio de 250 hasta 400 kilogramos, es una especie vegetariana, come hojas, hierba y cactus. Puede consumir 36 kilogramos al día.
Washington Tapia, director de la Iniciativa para la Restauración de las Tortugas Gigantes (GTRI, por sus siglas en inglés), explicó que previo a ser trasladadas a la isla, los 191 animales ingresaron a un periodo de 10 semanas de cuarentena, con el objetivo para eliminar las semillas contenidas en su tracto digestivo. Además, se las desparasitó, revisó su estado de salud y se les colocó un microchip que permitirá identificarlas a largo plazo y monitorearlas en su hábitat.
El traslado fue realizado por 22 guardaparques y científicos de Galapagos Conservancy. A las tortugas se las colocó en gavetas, y estas fueron ajustadas a la espalda de los voluntarios, quienes recorrieron a pie aproximadamente cinco kilómetros desde el sitio de desembarque hasta la zona de liberación, en el centro de esta isla de 24,7 kilómetros cuadrados.
Tapia agregó que “la introducción de 31 tortugas subadultas realizada a inicios del año 2020 y la elevada tasa de supervivencia de juveniles de un 99,8%”, permitió acelerar el proceso de establecimiento de una población reproductora en la isla. Esto, precisa, es “indispensable para contribuir de forma efectiva al proceso de restauración de la integridad ecológica y la biodiversidad de Santa Fe”.
Las tortugas fueron llevadas hasta la isla Santa Fe desde el Centro de Crianza 'Fausto Llerena', en la isla Santa Cruz.