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En Fertisa llevan 15 años aguantando la pestilencia de caja de aguas residuales
Los vecinos claman por ayuda porque “no soportan más”. Algunos hasta sufren de enfermedades en la piel por la contaminación.
El agua que se rebosa en la intersección de la calle Primera y 9° callejón 53, en Fertisa, no es incolora, tampoco inodora y, peor aún, inofensiva con la salud de las personas. Esta los enferma, les provoca hongos en la piel y les impide comer con tranquilidad por la pestilencia que emana.
Según los moradores de esta zona del sur de Guayaquil, desde hace 15 años soportan este problema que se vuelve calamitoso cuando la marea sube, ya que, de una caja de aguas servidas que está en la mitad de la calle, brota el líquido recogido de las lluvias mezclado con materia fecal. ¡Qué porquería!
Sin embargo, Víctor Hugo Torres, quien reside hace 45 años a cuatro casas de la alcantarilla, sostiene que la creciente no es excusa. “Que haya marea alta o baja no debería interferir. El trabajo debería estar tan bien hecho como para que nada impida que funcione bien”, menciona.
Carlos Lince, residente de Fertisa
Pero lo apestoso del agua no es lo único que les incomoda. Lo peor, según los habitantes, es que estos fluidos ingresan hasta las casas contaminando los pisos y aceras.
Por esta razón, María Larrosa se cuida de no salir a la calle en sandalias porque le detectaron algún tipo de micosis en sus pies. “Los doctores del carro de Más Salud (plan del Municipio de Guayaquil), que estuvieron hasta hace dos semanas aquí, me revisaron y me dijeron que el contacto con el agua sucia era el motivo de lo que tengo en las plantas de los pies”, cuenta la moradora.
A Raquel Chichande, madre de una bebé de 2 años, le duele la cabeza todo el día, debido a la pestilencia que aumenta cuando el sol es intenso.
Con ella concuerda Roxana Franco, quien reside a más de una cuadra de la esquina mencionada. Prefiere tener sus puertas y ventanas cerradas porque hasta su vivienda se percibe el mal olor de las aguas residuales.
‘Ni bola’ a las quejas
Betzaida Carbo, residente por 32 años, ha presentado cuatro querellas (enero, agosto, octubre de 2014 y septiembre de 2018) por el daño a Interagua; aunque, asegura, ninguna ha sido tomada en cuenta. “Tengo las denuncias y no han hecho nada. Siempre vienen a tomar fotos, pero solo en eso se queda”, asegura Betzaida.
Recuerda que uno de los ingenieros que llegó a inspeccionar el área afectada en 2018 les confirmó que la obra estaba mal realizada y por ese motivo las calles se inundan de esa manera.
- Ante el malestar de los ciudadanos, EXTRA consultó a Interagua sobre lo sucedido. El departamento de comunicación primero solicitó fotos y contactos de ciudadanos para proceder a inspeccionar el daño. Luego, en otra respuesta, se comprometieron a realizar una visita a las 09:00 de ayer viernes.
Wilson Tenorio, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, explica que todos los síntomas que podría presentar esta comunidad serían crónicos, debido al tiempo que han vivido en medio de la polución. “Esto es contaminación ambiental por el gas metano y otras sustancias tóxicas que se pueden desprender de estas cajas”, alerta.
Y agrega que los problemas dermatológicos, como el de María Larrosa, son comunes por las “superficies infestadas” a las que se ven expuestos.