Milton Barron, quien regenta un acuario en Chimborazo y Cuenca, centro de Guayaquil, tiene su opinión dividida con respecto a la expropiación de ciertos predios en zonas cercanas a la Bahía y al parque Chile: no sabe si estar de parte de los vendedores ambulantes, los beneficiados por el proyecto comunicado por el alcalde Aquiles Álvarez en la mañana del miércoles 13, o de los propietarios de aquellos predios.

La noticia para él y su esposa, con quien atiende el negocio, llegó en la mañana del jueves y esta le rememoró a la época en la que llegó a Ecuador desde Colombia (hace 30 años) y le tocó estar en la calle vendiendo de manera informal. “Puede ser favorable para el que no tiene empleo, pero también es malo para el dueño de casa. Una de mis clientas, ahora está fallecida, tenía una propiedad en donde ahora es el mercado de las Cuatro Manzanas. A ella no le expropiaron, pero le hicieron bajar el segundo piso de su casa, cosa que le perjudicó porque era viuda y con eso subsistía”, cuenta.

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Pero, también piensa positivo y cree que si se ubica algún centro comercial popular, como indicó Álvarez que sería, mejoraría el aspecto del barrio. “Hay bastante borrachitos y creo que trabajarían para que ya no haya eso”. 

Que los predios sean algunos que estén vacíos o, en su defecto, que estén abandonados, cree que es la particularidad principal Carlos Piña, morador.

“A una cuadra hay un terreno vacío, allí se puede ubicar, también hay una casa que parece abandonada, esos podrían ser buenos espacios, pero no creo que sea buena idea sacar algún negocio para poner otros negocios. Se dejaría sin su fuente de ingreso a alguna persona”, afirma.

Álvarez, durante el enlace radial del miércoles, anunció esta medida; sin embargo, no detalló cuáles serían las propiedades a expropiar.

Por otro lado, los comerciantes informales, como Luis Gutiérrez y Jonathan Delgado, no están tan de acuerdo. “Según los comentarios, esto se hará en la calle Febres Cordero, por las oficinas de CTE, pero la pregunta es qué compradores avanzarán a esa zona. Por allá no hay movimiento, nos condenarían a no vender nada y nosotros vivimos del diario”.

Brick Reyes, arquitecto urbanista experto en impactos ambientales, no la considera una idea descabellada siempre y cuando se realice una planificación. “Se quiere solucionar el caos en épocas como esta en la que el comercio informal invade los espacios públicos, pero debe contar con las debidas precauciones y consideraciones técnicas, ambientales y de movilidad. Además, es algo que se debe consultar con la comunidad, sino podría terminar en algo como lo sucedido con el mercado de la calle Machala, que cuando se readecuó nadie regresó a comprar”, finaliza.

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