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El guardián de esta unidad educativa asegura que echa agua bendita en lugares ‘pesados’.Adrian Peñaherrera

¡Ánimas en un colegio de Quito!

Se oyen voces, pasos y golpes en el centro educativo. Hay entes que andan por los pasillos. Un experto dice que el sector tiene ‘energías poderosas’

Las cámaras registran la presencia de espectros en los pasillos. Los estudiantes escuchan voces e, incluso, el espíritu del alma de un guardia de seguridad sin dedo deambula por el lugar...

Se trata de un plantel educativo religioso, ubicado cerca de la iglesia de La Basílica, en el centro de Quito. En este edificio centenario han ocurrido una serie de eventos paranormales que han puesto con los pelos de punta a todo aquel que los ha presenciado.

Por la pandemia del coronavirus, los estudiantes no asisten a clases, pero algunos de ellos deben ir a las instalaciones por prácticas de algunas materias. La semana pasada, un grupo de sexto grado, mientras estaba en el laboratorio de química, escuchó música desde el equipo de sonido, pero nadie lo había prendido.

Luego los chicos salieron corriendo hasta el patio para avisarle al conserje. Este cuenta que todos los días se escuchan pasos y los gritos de niños, especialmente en los pasillos del segundo y tercer piso.

Además, el guardián del establecimiento recuerda que hace un mes alguien le tocaba la puerta en ciertas horas de la noche. Él creía que era el viento, pero en una ocasión preguntó “¿quién estaba ahí?” y una voz pronunció su nombre.

Por si fuera poco, el conserje ha visto los fantasmas de niños en algunas grabaciones de las cámaras de seguridad.

En algunas zonas del lugar están escritos los nombres de los sacerdotes que fallecieron hace más de 50 años.

La hora en la que se registran estos eventos es cerca de la medianoche. En dos de los tres videos se puede apreciar como si una niña estuviera sentada afuera de un aula. En la tercera secuencia aparecen sombras blancas que cruzan por la cámara.

Cada vez que pasa esto, el guardián suele regar agua bendita en los lugares donde hubo la presencia paranormal. También reza.

En este video, según el conserje, se puede ver a una niña sentada afuera de un aula.Captura de video

El guardia sin dedo

Leonardo Gómez fue estudiante de este plantel hace más de 20 años. Recuerda que cuando cursaba el cuarto grado, cinco de sus compañeros habían jugado la ouija en una habitación que era destinada para que los sacerdotes realizaran sus plegarias.

Los muchachos fueron ‘pillados’ y separados de la institución. A partir de ese día, Gómez dijo que empezaron a escuchar gritos y pasos dentro de ese cuarto, sin nadie dentro.

Una noche, mientras sus padres estaban en una reunión, él y dos amigos fueron hasta este lugar. De pronto salió un guardia de seguridad que les impidió el paso. “Nos dijo que no podemos ver lo que hay ahí”.

Cuando los chicos salían, Gómez intentó regresar a ver, pero el guardia le había agarrado la espalda y le dijo: “No puedes mirar eso”. En ese momento el chico se percató de que aquel hombre no tenía un dedo. Llegaron al patio principal y lo perdieron de vista. Lo contaron, pero nadie les creyó.

El edificio es uno de los más antiguos del sector.Karina Defas

Un lugar pesado

Ricardo Mera, experto en temas paranormales, afirma que el sector donde está ubicado el plantel es uno de los que más carga energética tiene en Quito. Él ha realizado investigaciones en la zona y ha grabado psicofonías de muertos y ha visto apariciones.

Incluso, comenta que un profesor del plantel solía ver a un niño despeinado, demacrado, con ropa sucia. “No parecía humano, sino un duende”.

Con respecto al caso de la ouija, Mera explicó que cuando los estudiantes hicieron eso, sin un guía que les indicara cómo hacerlo, abrieron un portal para que ingresaran entes de otras entidades. “Con este juego suelen aparecer espíritus negativos más que buenos”.