Chamán shuar, actor, cantante, pintor, profesor de ciencias ancestrales y ahora alcalde electo de Palora, provincia de Morona Santiago. Estalin Abran Tzamarenda Naychapi, o simplemente Stalin Tzamarenda, trasmuta con facilidad: un día puede estar en la selva haciendo rituales chamánicos o al siguiente aparecer en la mitad de la cancha de un estadio de fútbol, como lo hizo en Berlín para el Mundial de Alemania 2006.

Tiene 53 años, cuatro esposas, siete hijos varones y una mujer. Su vida parece un libro interminable. De sus ancestros aprendió los secretos de la medicina natural, lo cual le ha servido para ofrecer sus servicios como curandero.

Pero también le han pasado cosas ‘lámparas’, como en 2007, cuando miembros de otras comunidades lo acusaron de practicar tzantza (reducción de cabezas). “Por ser shuar me han acusado de ser cortador de cabezas, que hago tzantzas y que soy un invasor de tierras, en realidad soy un indígena oriental”, asegura a EXTRA Tzamarenda, quien al final se ríe de aquellas acusaciones.

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Su fama como actor para una publicidad de una empresa telefónica (2006) le ha permitido ser uno de los primeros shuar en haber tenido celular, incluso, algunas turistas europeas que han llegado a la Amazonía se lo han querido ‘llevar’ a sus países, atraídas por su rostro pintado e indumentaria extravagante para ellas, pero él mantiene la humildad: “No sé cómo sabe eso, pero así dicen”, expresa entre risas.

EL MUNDIAL

Sin ser futbolista o hincha de algún equipo, Tzamarenda ha estado en los Mundiales de Alemania 2006 y Brasil 2014, de lo cuales se siente orgulloso. “Cuando se dio lo de Alemania 2006 y llegué con mis atuendos, mis danzas, mi cara pintada y practiqué las ciencias ancestrales a muchos en Ecuador no le gustó, pero fui invitado por FIFA”.

Más allá del deporte, asegura que su único objetivo siempre ha sido mostrar la cultura shuar al planeta. “No tengo la culpa de ser la cara visible de mi comunidad”, señala.

Está acostumbrado a los cuestionamientos y ser el centro de las miradas por sus coloridos collares y pulseras, por su falda llamada ‘itip’, una especie de lienzo con líneas verticales, y hasta por sus lanzas (naki), las cuales le han dado dolores de cabeza cuando en las aduanas, cada vez que debe salir del país, le piden que explique para qué sirven.

EN LA POLÍTICA

En 2022 le llegó su turno en la arena política y resultó electo para alcalde del cantón Palora, cuya población supera los 2 mil habitantes. “No me lancé para ser alcalde, eso nunca, a mí me propusieron que sea alcalde, no me fui a ofrecer para nada, solo me dediqué a escuchar lo que el pueblo quería. Gracias a varios frentes y comunidades me eligieron para ser candidato y ganamos, esa es la realidad de todo”, explica Stalin, quien representó a Pachakutik.

Aclara que su campaña fue sin alcohol ni malas palabras, que las peleas y el trago no son necesarios para llegar al corazón del pueblo y trabajar para su gente.

Ahora, como buen chamán, Tzamarenda buscará ‘sanar’ con obras a su cantón e impulsar su desarrollo.

CURANDERO

La medicina ancestral la aprendió de sus abuelos, dice que es un curandero shuar, que eso es un orgullo, ya que gracias a sus conocimientos ha podido recorrer el mundo, demostrando que la vida se puede salvar con plantas y secretos de la selva.

EL AMOR

“La Madre Tierra te puede sanar, salvar, todo es cuestión de que tengas fe. Ojo, hay muchos charlatanes y se debe tener cuidado”, advierte.

ESPOSAS

Explica que los shuar son nómadas, que no pueden vivir en un solo sitio ni amar a una sola mujer. “Yo he tenido cuatro esposas y todos estamos felices”, dice. Pero aclara que en la cultura shuar no existe “mujer, novia, amantes ni mocita, solo existen esposas o esposas”.

Y cuando una mujer ha tenido hijos de un shuar, “toda la vida serán sus esposas, esto lo digo con el debido respeto de la cultura occidental”. No están todas juntas, han sido esposas en diferentes tiempos.

El alcalde electo de Palora ha tenido como esposa a una mujer española, dos shuar, y una de nacionalidad kichwa.