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Un barrio al que llaman con singular nombre en la Tierra verde.Luis Cheme

Esmeraldas: Los barrios más ‘hasta las mismas’

En los cantones de Esmeraldas y Quinindé, en la provincia verde, hay unos sectores que son llamados por el modo de vivir de algunas familias

Los nombres de las calles, de los barrios, de los pueblos, tienen diversas motivaciones. Pueden ser un accidente geográfico, rendir culto a una persona destacada, a una fecha histórica, una provincia o un país, pero en la provincia de Esmeraldas también resaltan sectores con nombres surgidos en momentos espontáneos de los mismos habitantes, como ocurrió con el barrio ‘Qué Chucha’.

Este sector es llamado así -según algunas versiones- cuando una noche, en 1999, un hombre desorientado preguntó cómo se llamaba el barrio en el que se encontraba. Una de tres mujeres que se divertían con unos tragos en una casa gritó: “Este es el barrio ‘Qué Chucha’”, en medio de alaridos y carcajadas de sus acompañantes.

De esta manera habría surgido el apelativo de este barrio, ubicado en la periferia del cantón Quinindé (Esmeraldas), a la orilla del río Blanco, en la vía que conduce a la parroquia Malimpia y hoy, 23 años después, todos los quinindeños conocen a este sector como ‘Qué Chucha’, aunque su nombre original es 15 de Noviembre, según consta en los registros municipales.

El sector 15 de Noviembre, más conocido como ‘Qué Chucha’, solo tiene una calle adoquinada.Luis Cheme

Eso se puede certificar cuando, al llegar a Quinindé, se toma un taxi o un mototaxi y se les pide a los conductores que se dirijan al barrio 15 de Noviembre, pero ellos preguntan dónde es, pero si se les dice que se dirijan al barrio ‘Qué Chucha’, van directo y sin pedir referencias.

Este sector tiene solo una vía adoquinada que va desde la calle principal hasta la orilla del Blanco, que más adelante se une con el Quinindé y forman el río Esmeraldas. Está conformado por apenas seis familias.

Saara González Quiñónez es la primera habitante de este barrio. Ella llegó al sitio a mediados de 1999. Había mucha maleza y serpientes, pero la necesidad de tener una casa propia la llevó a levantar su hogar en este sitio que ahora, a través de las gestiones de los moradores, cuenta con agua potable, alcantarillado y energía eléctrica.

Saara González Quiñónez es la primera habitante del barrio Qué Chucha.Luis Cheme

“Cuando yo vine a vivir esto era un culebrero, fangoso, no había calle, sino un camino en medio de la maleza”, recuerda Saara, quien lideró las gestiones para que el Municipio de Quinindé adoquine la única vía de acceso al barrio y construya un pequeño malecón.

El barrio ‘Qué Chucha’, a diferencia de otros del cantón Quinindé, aún no ha sido sitiado por la delincuencia y consumidores de drogas. Y esto se debe a la unión de los vecinos, según cuenta Ángel Chila, quien se estableció en esta zona en el 2000, después de abandonar Manta, provincia de Manabí, donde trabajaba como albañil.

Cuando personas arriban al barrio para intentar fumarse alguna movida que los ponga ‘en chévere’, los ‘quechucheros’ salen inmediatamente a ahuyentarlos. “A los drogadictos los sacamos a la carrera, por eso este barrio no se ha dañado aún. Esto no es fumadero”, refiere Chila, de 68 años, quien vio nacer en este barrio a cuatro de sus 10 hijos.

Algunos habitantes crían gallinas en sus patios.Luis Cheme

Rosa Ramos le ve potencial turístico a este particular caserío. Ella habita en la orilla del río Blanco, junto a un pequeño malecón. “Este mirador que tenemos aquí debe reactivarse, para convertirlo en un destino para los visitantes”, expresa.

‘Tripa de pollo’

Pero si el ‘Qué Chucha’ resalta por la curiosa historia de su nombre, hay otros barrios, como ‘Tripa de Pollo’, que tienen una explicación divertida...

Algunos adultos mayores -consultados por EXTRA- cuentan que por el zanjón del anterior hospital Delfina Torres de Concha (calle Libertad y Manabí) se aparecía la “mondongada” o tripa de pollo, que envolvía a los trasnochadores. Ese sería el origen del apodo para este sector popular de Esmeraldas.

Aunque también hay quienes aseguran que se lo conoce así por la extensión de su calle principal.

El nombre original del barrio es 26 de Junio y está ubicado en la parroquia Bartolomé Ruiz. Se fundó el 26 de junio de 1972, la misma fecha en la que se inauguró la estación de bombeo de petróleo de Balao.

El barrio ‘Tripa de Pollo’ de Esmeraldas tiene medio siglo de existencia.Luis Cheme

‘Playa de Muerto’ en la parroquia La Unión, cantón Quinindé

Lo bautizaron así porque en esa zona, en el río Quinindé, se formaba un recodo donde una vez encontraron una persona ahogada. Desde entonces lo llamaron Playa de Muerto. El nombre original de este recinto es Libertad de Playa.

‘Pueblo Arrecho’, comunidad rural de Quinindé

Hay versiones que apuntan a que el nombre fue puesto en honor a sus habitantes, que en una ocasión se organizaron para quemar a un grupo de cuatreros (ladrones de ganado).

Otros aseguran que lo bautizaron así porque mujeres y varones se casaban muy ‘peladitos’. Entre los 14, 15 y 16 años, los muchachos se ‘comprometían’.

‘Los Come Nupa’, Barrio urbano de Esmeraldas

Su nombre original es Santa Rosa, pero se lo denomina ‘Los Come nupa’, porque en ese sector había una familia que comía este tipo de serpientes, también conocidas como matacaballos.

‘Miramuchín’, Recinto de Quinindé

Habitantes cuentan que este recinto fue denominado así porque a este sector llegó a vivir hace algunos años (no precisan) una familia manabita que comía muchines en el desayuno, almuerzo y merienda. ¿Será?

En Quinindé existen otros sitios con singulares denominaciones como ‘Artonal’, ‘Rompe Saco’ y ‘Quilombo’.

‘Ronca Tigrillo’, Recinto de Quinindé

Según una leyenda urbana, por esta zona existía un tigre que con sus fuertes rugidos atemorizaba a los habitantes de esta comunidad y por eso empezaron a llamar al sector como se lo conoce.

‘La Guacharaca’

Es un barrio conflictivo. Su nombre original es Unión y Progreso, pero en Esmeraldas todos lo conocen como ‘La Guacharaca’, porque antaño allí se posaba una gran cantidad de este tipo de aves, según moradores que tampoco precisan desde cuándo empezaron a llamarlo así.

Patricio Páez dice que los nombres de unos barrios se destacan por la idiosincrasia de sus habitantes.Luis Cheme

Por la fuerza de la costumbre

Patricio Páez, estudioso de la historia esmeraldeña, sostiene que los apodos de los barrios destacan sobre los nombres originales por la idiosincrasia y nivel cultural de la misma gente que los habita. Son los mismos moradores de estos sectores los que colocan los apelativos y estos se reproducen e instalan en el imaginario de las personas.

“La gente se identifica y se familiariza más con los nombres raros, de cosas, objetos, animales y demás elementos cotidianos y cercanos a su diario vivir, que con fechas o nombres de personajes históricos. Esa es la costumbre de nuestra gente”, explica Páez.