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Carlos Vera Espinoza permaneció varias horas sentada sobre la ventana.Christian Vinueza

“Soy el enviado de Dios y mi hermano es un demonio”, repetía el suicida del Puerto Santa Ana

Según un informe policial, la persona que acompañaba al suicida se encerró en una habitación para no ser atacada. Le amenazó con un cuchillo. Dueño del departamento de puerto santa ana no conocía a víctima

Durante las cuatro horas en que Carlos Vera Espinoza permaneció sobre la ventana de un departamento en el piso 17 de un condominio de Puerto Santa Ana, repitió que él era un enviado de Dios, que hacía lo que el Señor manda y que su hermano era un demonio a quien debía matar. Esto consta en un informe de la Policía Nacional al que Diario EXTRA tuvo acceso.

En el documento también se indica que los policías del sector llegaron hasta el edificio, ubicado en el centro-norte de Guayaquil, por una alerta del ECU-911 que reportaba un escándalo.

“En uno de los departamentos había dos ciudadanos, de los cuales uno se encontraba junto a la ventana con dos cuchillos, mientras que el otro se encontraba encerrado en una habitación por temor a ser agredido. Le indicamos que continúe encerrado”, precisa el parte policial.

Rescatistas del Cuerpo de Bomberos y una psicóloga mantuvieron contacto verbal con Vera, quien no dejaba de hablar incoherencias.

Momento en que agentes de GOE descienden por la pared del condominio.Christian Vinueza

“Minutos después escuchamos que se había lanzado del departamento. El cuerpo del ciudadano quedó en el piso, junto a la piscina”, señala la cartilla.

El dueño del departamento sostuvo que no conocía a la víctima ni a las personas que lo acompañaban, y que el lugar estaba siendo alquilado a otro ciudadano. Además, el parte detalla que Vera trabajaba para una empresa de seguridad.

“No era una película de Hollywood”

En redes sociales, usuarios cuestionaron el procedimiento de los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) que intentaron evitar que Vera, de 42 años, se arrojara.

En un vídeo se observa el momento en que un agente desciende por la azotea, agarrado de una cuerda, pero el hombre se lanza al observar al uniformado.

El mayor David Pepinós, jefe del departamento de Comunicación de la Policía Zona 8, explicó “se activo el comando de accidentes y llegó un negociador, pero era una situación arriesgada, no una película de Hollywood, no se puede emitir juicio de valor, además las condiciones no eran las adecuadas estaba lloviznando y el área resbalosa”.

Sin embargo, Ronald Bueno, exintegrante del Cuerpo de Bomberos, dijo que la acción de los agentes y de los socorristas no fue la más acertada y que se debieron agotar todos los recursos psicológicos a fin de evitar el suicidio. “Esa maniobra (la realizada por policías) se realiza cuando una persona está en el filo de una edificación”.