La noche de este jueves, en Guayaquil, se llevó a cabo un emotivo evento en memoria de Mateito, el hijo de Karime Borja, quien falleció el pasado 17 de septiembre tras una larga batalla por la vida. 

A los dos años, el pequeño sufrió un grave accidente al ahogarse en una piscina, un suceso que marcó un antes y un después en su familia y en quienes lo conocieron.

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Desde noviembre de 2021, Mateito se enfrentó a las secuelas de la hipoxia isquémica por inmersión, pasando ocho meses en la Unidad de Cuidados Intensivos. A pesar de su corta edad, demostró una fuerza inigualable, inspirando a todos los que lo rodeaban.

Durante el evento, familiares y amigos se reunieron para recordar los momentos felices junto a Mateito. Gracias a una transmisión en vivo a través del Instagram del pequeño, miles de personas pudieron unirse a esta conmovedora despedida. 

Una de las familiares, con la voz entrecortada por la emoción, expresó: "Desde aquel doloroso instante del accidente estuve dispuesta a cambiar mi vida por tu sonrisa. Mateito nos enseñó que los momentos se abrazan como si fueran los últimos".

Una de las enfermeras que cuidó a Mateito durante su enfermedad protagonizó uno de los momentos más conmovedores de la noche. Hablando en representación de todo el equipo médico, expresó: "Fuimos sus mamás y sus amigas. Mateito fue un ángel que Dios nos prestó por casi 5 años para que aprendamos del amor y la paz". 

A través de una carta cargada de emoción, recordó el recorrido compartido con Mateito y su familia, destacando la fortaleza y el espíritu luchador del pequeño.

El evento estuvo lleno de oraciones, canciones y anécdotas que reflejaron la personalidad alegre y luchadora de Mateito. La transmisión en vivo permitió que personas de todas partes enviaran mensajes de apoyo y cariño a Karime y su familia.

Karime explicó por qué no hubo velación: "No hubo velación como estamos acostumbrados, y les voy a explicar por qué: porque para mí el cuerpo es materia. Decidimos cremarlo, porque en polvo vinimos y en polvo nos vamos. Yo quería celebrar la vida de un maestro, no con un velorio lleno de llanto. Esta recepción es una conmemoración para quien fue mi niño de luz. Ya no hay dolor, no hay más máquinas, mi amor", expresó ante los más de 5.000 espectadores del en vivo.

La conmemoración se convirtió en un homenaje a la vida de Mateito, lleno de recuerdos, risas y lágrimas de alegría. Amigos y familiares compartieron anécdotas y momentos especiales, creando un ambiente de amor y apoyo. A través de este evento, Karime y su familia lograron transmitir el mensaje de que, aunque la pérdida es profunda, la celebración de la vida y el legado de Mateito perdurarán en el corazón de quienes lo amaron.

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