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Elecciones Ecuador 2023: Ciudadanos, molestos porque tocó votar tres veces este año
Las personas aseguran que sufragaron para evitar ser multados. Ya están cansados de las jornadas electorales
El semblante del joven Juan Kinde, de 24 años, reflejaba molestia mientras realizaba la fila en el recinto electoral de la Universidad Agraria, ubicada en el sur de Guayaquil, para sufragar en las votaciones para elegir al nuevo presidente de Ecuador. A las 06:45 del domingo 15 de octubre de 2023 ya estaba formado esperando su turno para ingresar a las instalaciones.
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Y es que para los guayaquileños es la tercera vez que están obligados a dejar a un lado sus actividades de un domingo y, en varios casos, sus negocios para votar en este 2023. En febrero se realizaron las elecciones para la alcaldía del Puerto Principal y en septiembre la primera vuelta de las presidenciales.
“Estoy cansado de gastar el poco dinero que gano y tiempo para elegir presidentes que no hacen nada por nosotros. Por venir a votar, me toca abrir tarde mi puesto de venta de cangrejos en la Caraguay (sur de la ciudad) y pierdo dinero, perderé más de cien dólares, aparte que los clientes bajan en este día”, declaró Kinde.
María Quiñónez, de 65 años, manifestó que se acercó al colegio Provincia de Cotopaxi, en el Guasmo Sur, para sufragar porque no tiene dinero para pagar la multa, que es de 45 dólares. Si no fuera por la sanción, aseguró que no se hubiese molestado en salir de su hogar.
“La inestabilidad política nos afecta a todos los que aprovechamos un domingo para ganar algo de dinero. Los políticos piensan que uno es millonario para dejar de ganar plata e invertir para irles a dar el voto. Yo solo vine por la papeleta, porque esos cuarenta y cinco dólares que pagaría por la multa me sirven para comer unos quince días”, destacó Quiñónez.
En la puerta principal del colegio José María Egas, ubicado en la avenida 25 de Julio, en el sur de la ciudad, estaba arrimada Ángela Rosales esperando que los sufragantes plastifiquen sus papeletas. Aproximadamente a las 09:00 su cara reflejaba decepción y enojo porque el “negocio estaba malo”, ya que las personas preferían doblar la papelera y guardarle en sus billeteras o carteras.
“Para ganarme a los clientes y plastifiquen su papeleta conmigo, les cuido gratis las mochilas porque a los recintos no dejan entrar con mochila. Es la tercera vez en el año que nos toca invertir para votar. Si no fuera porque hay multa ni a trabajar hubiese venido, porque ya no es negocio esto”, acotó Rosales.
Por su parte, Jaime Carriel, de 48 años, tuvo que caminar desde la ciudadela Huancavilca, en el sur Porteño, hasta el colegio Francisco de Orellana, en la ciudadela la Guangala, porque los taxis le cobraban “el triple”.
“Con este solazo nos toca salir a elegir a un presidente que no sabremos con que nos saldrá. Un taxi me quería cobrar 8 dólares, cuando normalmente cobran 3. Esto no piensan los políticos, que para elegirlos tenemos que gastar dinero”, finalizó Carriel.
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