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Drama

La esmeraldeña Benis Mantilla tiene su casita en el Paraíso de la Flor, su anhelo es levantar una con paredes de cemento y mudarse.Amelia Andrade /EXTRA

Dramas: Solo quieren oír y tener un trabajo

Benis y Santiago o se conocen, pero tienen la misma afección: problemas auditivos. También están ‘peloteados’ porque los consideran ‘viejos’. ¡Necesitan ayuda!

Benis Mantilla Tenorio llora. Sus lágrimas conmueven y tienen dos motivos, uno es el dolor que siente en su colon, otra razón es la impotencia y decepción que le causa el sistema público de salud.

“Hace tres años sufro del colon y hace siete meses me mandaron a hacer exámenes (colonoscopia y biopsia) para ver cómo estoy. Cuando era niña recibí un golpe, desde entonces la audición de mi oído izquierdo se afectó, por eso requiero de una audiometría (examen que evalúa su capacidad para escuchar sonidos). Sin embargo, acudo a los hospitales públicos y están dañadas las máquinas”, cuenta la esmeraldeña de 56 años.

Asegura que ha acudido al Hospital General Guasmo Sur y al Abel Gilbert Pontón, conocido como Guayaquil, y en ninguno ha recibido la atención médica respectiva.

Benis no sabe por qué le da un fuerte dolor por todo el cuerpo, en especial en la espalda.Amelia Andrade /EXTRA

No sabe el estado de su salud, cómo se encuentra su colon, solo espera que cuando se realice las pruebas médicas no se encuentre con malas noticias. Respecto a su audición, sostiene que no sabe qué porcentaje tendría afectado.

Por su condición tuvo que abandonar su trabajo, ‘camellar’ en casas. Los dolores que soporta en todo el cuerpo no la dejan ni dormir, hay días en los que tiene que estar postrada en una cama, pues las piernas se le hinchan y no aguanta los cólicos intestinales. Su problema auditivo también le causa dolores de cabeza intensos.

¿Cómo se sostiene Benis? Por el trabajo de su hija Diana (23 años), quien labora puertas adentro en una vivienda. Con ello logra pagar el alquiler de su casa en la Entrada de la 8, pero su anhelo es poder construir su vivienda en Paraíso de la Flor, en el noroeste.

“Le pido a Dios que alguien me ayude, pues paso sola y me puede pasar algo y no hay quién me socorra”, concluye.

Con sus propias manos construyó esta carreta Santiago, en ella vende verdes.Amelia Andrade /EXTRA

¡Su ‘ñora’ lo abandonó!

El riosense Santiago Laje (56) también tiene su drama. En 2011 entró a trabajar a una empresa y le tocó soldar, pulir y cortar piezas metálicas sin la respectiva protección, lo cual afectó su audición.

Inició una demanda contra la compañía, pero asegura que su abogado se vendió. En 2012 perdió la audición total del oído derecho. Con el izquierdo solo escucha un 32 por ciento.

Con la venta de una moto pudo comprarse solo un audífono. Le costó unos 1.600 dólares, pero el aparato se le dañó y no le quedó otra que tratar de leer los labios para entender lo que le dice la gente o escribe en su celular.

Encima ‘guacharito’

Su discapacidad auditiva le ha impedido conseguir trabajo. Y de remate, como está desempleado, su esposa lo abandonó.

Él solo quiere trabajar, pero como no le sale nada, a veces, cuando le dan chance apoya en un taller de mecánica lavando los carros, pero eso es eventual.

Por eso no se quedó de brazos cruzados y con unos trozos de madera fabricó una carretita en la cual vende verdes en un mercado de El Fortín, noroeste de Guayaquil.

Santiago confía en que manos generosas lo ayuden a reunir el dinero para los audífonos y sus audiometrías. “Con lo que me hago en el mercado no puedo reunir ese capital. Hoy, 9 de agosto, me hice $ 3,15 en las ventas, por lo menos me alcanza para comer”, cuenta.

Santiago asegura que las deudas no lo dejan dormir.Amelia Andrade /EXTRA

Endeudado hasta las cachas

Otro problema: las ‘culebras’ no lo dejan ‘ruquear’, ya que no ha pagado los servicios básicos.

En agua potable adeuda 3.000 dólares y en electricidad una ‘luca’. “Solo quiero trabajar para así poder pagar lo que debo. A mí no me gusta molestar a nadie, pero no tengo a quién más recurrir, solo a EXTRA porque veo que muchos casos los han resuelto y ayudan al necesitado, al pueblo”, finaliza Santiago. 

Contactos: Si deseas ayudar a doña Benis puede comunicarte al 0967050111. Y si quieres contribuir con Santiago puedes llamarle al 0961500885.