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Gladys Torres y María Quito, sonrientes el día que se conocieron. La prueba de ADN rompió esa ilusión en ambas.Francisco Flores / EXTRA

Drama de dos mujeres que buscan a madre e hija no tiene fin: Prueba de ADN fue negativa

Resultado de prueba de ADN determinó que mujeres que viven una historia similar no son madre e hija. Hubo llanto y resignación en ambas

Tres hojas con un montón de datos técnicos resumían todo. En el resultado escrito en estas residía la esperanza de dos mujeres, los sueños de que sus vidas dieran un giro especial, el anhelo de que después de casi 60 años madre e hija por fin se encontraran. Pero el ADN rompió esas ilusiones. Las convirtió en llanto y resignación. Pero, eso sí, no las mató.

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Y es que después de conocerse los resultados de la prueba de ADN, el drama volvió para María Quito y Gladys Torres, dos mujeres a quienes la vida les ha ‘jugado’ una mala pasada con historias casi similares terminaron, otra vez, alejadas.

Luego de un reportaje de EXTRA a Gladys, en el que contaba que hace 59 años fue separada de su madre, apareció María contando que a su hija se la llevaron de su lado hace 58 años. En la historia de ambas había algo que conectaba: Gelasio Torres.

Ese hombre, Gelasio, fue el papá de Gladys y también fue conviviente de María y el padre de su hija. Entonces cruzaron datos, nombres, fechas y más. Pensaron que podían ser madre e hija y que la historia de ambas al fin llegase a un final feliz.

La hora de la verdad: la prueba del ADN

Y para conocer esa verdad, este martes 30 de julio de 2024, poco antes de las 08:53, del brazo de su nieto Luzio, María Quito llegó hasta las oficinas de los laboratorios de la Cruz Roja Ecuatoriana en Guayaquil. Regiamente vestida, ingresó. Lucía ilusionada. Brillaba de esperanza. 

Gladys Torres llegó poco después, cerca de las 09:00. Lucía igual de regia, aunque un tanto más serena. Pasó directo hasta la sala donde se darían los resultados y donde ya la aguardaga María Quito con la esperanza en su corazón.

El ADN: El ácido desoxirribonucleico, conocido como ADN, es la molécula de las células que contiene la información genética de un ser humano y otros organismos vivos.

Unos 15 minutos después, María salió casi corriendo, esta vez agarrada con más fuerza del brazo de su nieto Luzio. Iba llorando y lamentando su suerte. Secaba sus lágrimas con una servilleta. Abrió la puerta, aceleró el paso. Quería desaparecer.

Gladys Torres revisa el informe de los resultados del ADN.Francisco Flores / EXTRA

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El resultado obtenido del ‘Análisis de vínculo biológico mediante estudio comparativo de ADN’ le había golpeado el alma. El documento decía claramente: “Los resultados obtenidos excluyen la existencia de vínculos biológicos de maternidad de la señora Quito Peralta María Soledad respecto a la señora Torres Zambrano Gladys Yolanda (...) Por tanto, la señora Quito Peralta no es la madre biológica”.

Poco después salió Gladys. Seguía serena. En ella, la esperanza convivía con las dudas y con ciertas reservas que le advertían que no se entusiasme tanto. “Yo ya venía con la idea de este resultado, porque las historias aunque tenían cierta conexión (se refiere a Gelasio Torres), eran un tanto diferentes”, aseguró Gladys.

“La verdad me dio mucha tristeza con la señora, yo entiendo el estado ánimo de ella, luego la visitaré con más calma. Porque como yo seguiré con mi búsqueda, voy a ver cómo tratar de ayudarla a ella también”.

La búsqueda de ambas seguirá

Horas después, María Quito llamó a EXTRA. Seguía llorando. En sus palabras se sentía la desilusión y a ratos se quedaba solo llorando. “Estoy muy triste porque perdí la esperanza de que Gladycita haya sido mi hija. No sabe cuánto lo siento, cuánto me duele".

"Estuviera alegre, pero no fue posible... ya si no sucedió, fue porque así Dios lo quiso y los designios de Dios uno tiene que aceptarlos, porque no queda de otra, solamente seguir pidiendo a papá, seguir pidiendo a papá, nada más...”, dijo María, de 74 años.

Pero al final, tanto Gladys como María coincidieron en algo: el ADN rompió la ilusión de que ambas sean madre de hija, pero no mató el sueño de seguir en sus búsquedas. Cada una por su lado o ayudándose mutuamente, lo harán, aseguran. “¡Hasta que Diosito me tenga con vida y con todas las fuerzas!”, refuerza Gladys.

A superar ese 'duelo' psicológico

Sobre lo ocurrido, el terapeuta Christian Arias explica que en una situación como esta, ambas enfrentan un proceso de duelo. "Este es un proceso psicológico que enfrenta toda persona que se ve ante una pérdida: la muerte de un ser querido, la pérdida de un empleo, un negocio o una ruptura amorosa", señala.

En este caso, asegura, es el fracaso o la pérdida de una expectativa, de una ilusión. "Entonces ambas tendrán que superar este proceso, lidiar con las emociones que se presenten: tristeza, decepción, dolor, frustración, ira, impotencia, confusión tal vez, porque las cosas no salieron como se habían previsto. Ambas tenían una ilusión que no se cumplió".

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