Donald Trump, conocido por sus exabruptos, ha dado un paso más allá y ha planteado amenazas concretas que inquietan tanto a aliados europeos como a miembros de la OTAN. Entre sus declaraciones más controvertidas destacan:

(Lea también: Donald Trump cocinó y sirvió papas fritas en un McDonalds de Pensilvania)

• Presión militar sobre Groenlandia, territorio de Dinamarca, un aliado europeo y miembro de la OTAN.
• Boicot económico contra Canadá, uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos.
• Declarar el Golfo de México como “Golfo de Estados Unidos”, mediante un decreto presidencial.
• Exigir a Panamá la devolución del Canal, entregado tras acuerdos firmados durante la presidencia de Jimmy Carter (1977-1981), a través de trabas económicas y militares.

Estas ideas fueron expuestas antes de que Trump asuma oficialmente como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. En una intervención caótica este 7 de enero en su mansión de Mar-a-Lago, Florida, el entonces presidente electo alternó entre un monólogo errático y una improvisada rueda de prensa, dejando a los líderes europeos preocupados por el rumbo de la política exterior estadounidense en los próximos cuatro años.

Ansiedad entre los aliados europeos

La incertidumbre sobre el futuro de las relaciones euro-atlánticas crece. Durante la administración de Joe Biden, estas alianzas alcanzaron un punto álgido gracias a la cooperación frente a la guerra de Rusia contra Ucrania. Sin embargo, las propuestas de Trump amenazan con reescribir el panorama geopolítico global en un momento especialmente crítico.

Aunque inicialmente sus declaraciones durante el periodo de transición parecían bravuconadas, a poco más de una semana para de su llegada a la Casa Blanca, muchos consideran que se trata de tácticas calculadas para negociar desde una posición de fuerza.

¿Qué espera Europa?

La Unión Europea y los países miembros de la OTAN observan con preocupación las promesas de Trump de aumentar aranceles a productos europeos y exigir un incremento en el gasto en defensa, amenazando con retirar el apoyo a quienes no cumplan.

El caso de Groenlandia es particularmente alarmante. Este territorio, parte del reino de Dinamarca desde hace 600 años, es tanto un país de la Unión Europea como un miembro de la OTAN. Las declaraciones de Trump superan cualquier límite previo, aumentando la tensión entre aliados.

El enfoque de Trump, caracterizado por un estilo agresivo y poco convencional, pone en jaque las bases de la diplomacia estadounidense y la estabilidad de las relaciones internacionales. Europa, acostumbrada a una cooperación estratégica con Washington, enfrenta ahora un futuro incierto.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!