Exclusivo
Actualidad

Unos cuantos vecinos hicieron el recorrido con santa Clara, usando mascarilla.Cortesía

Devotos de santa Clara, salvados del castigo divino

Moradores cuentan que dos veces no se celebró a la patrona. Las consecuencias fueron terribles para los dirigentes de aquellas épocas.

Hubo solo dos veces en las que santa Clarita de Asís, patrona de la comuna, no fue celebrada con chicha, comparsa, banda y pirotecnia.

“Por alguna razón los presidentes de esos años decidieron no hacer los festejos, pero la cosa no quedó ahí. Después de un tiempo, al uno lo atropelló un auto y el otro se enfermó de gravedad”, explica Miguel Ángel Pavón, morador de La Comuna de Santa Clara de San Millán, en el occidente de Quito.

Este fue un asentamiento indígena descendiente de los Quitu-Cara y lo fundaron los españoles en 1537.

Hoy, en aquel lugar, el 70 % de los residentes son de la tercera edad y muy devotos de la santa. “Es muy milagrosa”, asegura Pavón.

Patricio Tumipamba es el presidente del cabildo y este año ni la pandemia fue capaz de hacer que se arriesgara a recibir los “castigos” de santa Clarita por no cumplir con su fiesta. No hubo oportunidad de hacer un desfile de personajes tradicionales, pero tampoco se dejó pasar la fecha. “Hicimos una serenata con la banda municipal y recorrimos las calles con una réplica de la imagen. También hubo una misa que la transmitimos por redes”, explica.

En 1950 la imagen de santa Clarita fue llevada a La Comuna desde una iglesia ubicada en la Diez de Agosto y Mercadillo. Primero la colocaron en la casa comunal y 42 años después la trasladaron hacia el templo de la localidad. Allí permanece hasta ahora.

A esa santa, de origen italiano, se le adjudican varios favores: salud, trabajo, prosperidad y demás, coinciden los comuneros. Es por eso que cada 12 de agosto la festejan en grande. “También ocho días antes y ocho después”, añade Tumipamba.

La que falta

En antaño, la presencia de Rosa Guanoluisa de Guamanzara no podía faltar durante las fiestas de santa Clarita de Asís. Cargada con su pondo de chicha compartía la bebida con todos los que pasaban a su lado. Sus más de 90 años nunca fueron un impedimento para celebrar a la patrona. Sin embargo, ahora debido a la crisis sanitaria y a su delicado estado de salud permanece en casa. Todos la recuerdan con afecto.

Una de las actividades más importantes que realizan en el barrio es la misa de acción de gracias que se celebra el 12 de agosto. Pero días antes se inicia una novena en la que participan más de 300 personas, asegura el presidente de La Comuna de Santa Clara de San Millán, que tiene 500 años de existencia. 

De la iglesia al estadio

Los castillos pirotécnicos forman parte de la tradición.Cortesía

En años anteriores, después de cumplir con la novena los comuneros salían en procesión con Santa Clarita de Asís. Al terminar la misa, todos se dirigían al estadio para continuar la fiesta, en la que se encendía la chamiza y se prendían castillos pirotécnicos, mientras los habitantes de La Comuna bailaban al son de la banda.

Tumipamba y Pavón coinciden en que a pesar de que este año ha sido diferente, lo único que esperan es que los jóvenes continúen con la tradición. “Ha sido la forma más bonita en la que hemos podido juntar lo religioso con lo cultural”, concluye el presidente.