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Ante el altar de su casa, Luis Villamar ora y expresa cuán devoto es.Édgar Romero

Devoción: Creyente agradece por favores a Santa Narcisita de Jesús

Cada quince días acude al Santuario, en el cantón Nobol, al que ingresa de rodillas para demostrar su mayor reverencia

Sentado frente al altar que ha adecuado en su domicilio en el cantón Salitre, provincia del Guayas, Luis Bartolo Villamar Santana, de 62 años, toma la pequeña imagen de Narcisa de Jesús y le agradece por ayudarlo con los favores divinos que le ha pedido a Dios, en varias ocasiones, y por cada día de vida.

En aquella mesa donde también conserva las pequeñas efigies del Divino Niño, de la Virgen de Guadalupe y otras, y ante las cuales enciende una vela, conserva diferentes recuerdos vinculados a su fe.

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Don Luis, pintor de profesión, sostiene que desde hace 50 años es devoto de la Niña Narcisita, como también se conoce a la tercera santa ecuatoriana, porque ella es muy milagrosa. Asegura que le ha concedido una veintena de favores, por lo cual, con oraciones constantes, él y su familia le agradecen.

Hace medio siglo acudió ante la Violeta de Nobol para pedirle que no se le murieran más gallinas, patos, pavos y cerdos. En esa época, una peste terrible llegó a su hogar, donde ha vivido con su esposa Mercedes Bajaña, y puso en riesgo los animales que le servían para su sustento. “Le pedimos a mi niña Narcisa, y así fue”, recuerda. Por esa solicitud que hizo con fe, cesaron de morirse sus aves.

Otro milagro por el cual agradece fervorosamente está relacionado con la operación a un riñón que le practicaron a su hija Brigitte. Esto fue hace cinco años. Como era una intervención riesgosa, él y su esposa acudieron ante la santa y le pidieron devotamente. Según sostienen, fueron escuchados por su amada Narcisita.

Así, este devoto, oriundo de la Capital Montuvia del Ecuador, tiene más de una razón para estar agradecido. “A mi hijo Lucas, cuando hacía su trabajo, le dispararon y quedó herido”, cuenta. Por esta desgracia ocurrida hace dos años también suplicaron y después recibieron la anhelada bendición de la recuperación de su vástago.

Ante el altar de Narcisita de Jesús, miles de creyentes hacen sus oraciones, cada semana.EDGAR ROMERO

DE RODILLAS

Por estos hechos y muchos otros, Luis Bartolo Villamar acude al Santuario de Narcisa de Jesús, en el cantón Nobol, para agradecer ante el altar. Él entra de rodillas. Los domingos, regularmente cada quince días, cumple con este ritual de agradecimiento. Además, escucha la Palabra de Dios, procurando asimilarla y cumplirla. “Los santos nos escuchan y nos hacen milagros si les pedimos con fe”, sostiene.

Pero don Luis y su esposa no solo expresan sus oraciones y agradecimientos cuando van al santuario de Nobol, ubicado a orillas del río Daule, sino que lo hacen cada día, al despertar. Mercedes Bajaña, con alegría, afirmó que todos los días, a las 05:00, dobla sus rodillas al pie de su cama y pide al Señor Todopoderoso por todos los suyos y, en este último tiempo, tienen otro motivo, para que se termine la violencia que vive nuestro país.

UN ALTAR EN SU CASA

Por esta devoción fervorosa, en casa de los Villamar Bajaña, establecieron su altar en el cual colocaron sus imágenes, ante las cuales recuerdan quiénes son sus mejores aliados. Ante ellos, encendiendo velas, piden la ayuda celestial para que su morada y cada uno de sus miembros sigan siendo bendecidos con amor, éxito y prosperidad.

La devoción de los Villamar-Bajaña no ha pasado desapercibida. “Los vecinos nos han inculcado nuestras oraciones a las patronas de Nobol y de nuestro Salitre”, dice Grey Castro, de la cooperativa Buenos Aires de Salitre, quien además resalta que gracias a esta familia, la mayoría de la barriada es católica.

SANTIFICACIÓN LOS CONTAGIÓ DE ALEGRÍA

Santificación los contagió de alegría

Don Luis Villamar cuenta que en este medio siglo que lleva creyendo en Narcisa de Jesús y en la asistencia especial que le ha dado a él y a su familia, la mayor complacencia que sintieron fue cuando supieron que ella iba a ser declarada santa.

“Fue una gran alegría para toda la familia y los miles de devotos, cuando nuestra santa Narcisa fue elevada a los altares, tras el milagro a Edermina Arellano Plúas”, resalta el creyente, que se confunde entre los devotos que asisten al Santuario en el cantón Nobol, su refugio.

Está convencido de que sus oraciones son escuchadas, por ello no deja de hacerlo, sin cesar, al Supremo Creador y pide la asistencia de santa Narcisita y a otros santos, a los que les clama por un día más de vida, salud y trabajo, por su familia.

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