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Desolación y temor acorralan a La Gasca
La limpieza mostró la devastación que dejó el aluvión. Todo esto a una semana de la tragedia.
Una semana después del aluvión que afectó a La Gasca y La Comuna, noroccidente de Quito, los trabajos de remoción de escombros muestran el nuevo panorama desolador que dejó la tragedia. En el punto donde estaba la cancha de vóley, en la que se encontraba la mayoría de las 28 víctimas, solo quedó un terreno lodoso.
Allí se concentraron los últimos miembros del Cuerpo de Bomberos que se han ido desmovilizando de la zona cero con el pasar de los días. Cristian Pillajo, subteniente de la institución, dijo que el sector está parcialmente cerrado mientras se terminan las tareas de limpieza.
“Seguimos brindando seguridad desde nuestra área. Contamos con unidades de logística y de rescate ante cualquier nueva eventualidad”, informó. Además, la colaboración que brindan los bomberos es en los inmuebles afectados. Allí se están realizando labores de limpieza manual con los habitantes afectados.
La reconstrucción
Detrás de la cancha se miraban los escombros de las viviendas aplastadas por el lodazal. Mientras que a un costado también se observaban los daños provocados en los domicilios. Uno de ellos era en el que reside Rocío Cuñes y otras familias, a quienes el lodazal les destrozó los cerramientos.
“Por ahora, esperamos que nos ayuden para la construcción de las paredes porque tememos por nuestra seguridad”. Cuñes dijo que durante las noches han llegado muchas personas, al parecer, con la intención de robarles. La mujer explicó que debido al problema se fue a vivir a la casa de sus padres.
En el resto de calles de ambos barrios, la tierra seca impedía que los autos se movilizaran con normalidad. Una de ellas fue la avenida La Gasca, que estaba parcialmente habilitada.
Entre tanto, los vecinos seguían batallando con palas o escobas con el polvo que se levantaba a cada paso de algún auto que buscaba salir por esa zona del dolor.