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¡Quedaron desmembrados luego del accidente!
El sistema de frenos de un bus interprovincial habría fallado, según la Policía. El controlador advirtió del desperfecto y enseguida... ¡boom!
“Nos quedamos sin frenos, ¡abróchense el cinturón!” les gritó el controlador del bus a los pasajeros, segundos antes de que el automotor se chocara contra una pared, se volteara en la avenida y terminara a un costado, a dos metros del precipicio.
El accidente ocurrió la madrugada de ayer en la vía Pifo-Papallacta, al suroriente de la capital. Según la Policía, hubo ocho muertos, entre ellos, un niño menor de un año. También se registraron seis personas heridas de gravedad, quienes fueron trasladadas a distintas casas de salud cercanas.
Jorge (nombre protegido) recordó que cuando el controlador del bus les alertó del siniestro, su sobrino se levantó asustado. El hombre le pidió al joven que se sentara, pero antes de terminar la frase todo se volvió oscuridad y silencio.
Segundos después, Jorge reaccionó aturdido y escuchó que algunos pasajeros pedían auxilio a gritos. Entre tanto llanto reconoció la voz de su sobrino y fue a ayudarlo. “Me acerqué y vi que su pie derecho estaba aplastado por los fierros”.
El hombre lo llevó entre sus brazos, pero la extremidad del joven estaba atrapada. Lo jaloneó para liberarlo y escuchó un grito: “¡Mi pie!”. Cuando Jorge regresó a ver, parte del miembro de su familiar se desprendió del cuerpo.
Mientras el sobreviviente sacaba a su sobrino, miraba los cuerpos desmembrados de otras personas. Contó que vio a una mujer que no tenía los dos brazos y había una niña, de unos tres años, quien se había desmayado por el impacto y le faltaba una extremidad.
Otros pasajeros comentaron que hubo personas a las que no se les podía identificar porque su rostro estaba lleno de sangre y vidrios. “Ayudamos con los primeros auxilios a los que pudimos”, dijeron.
Hubo un presagio
Los viajeros contaron que en el sector de la Virgen de Papallacta, 20 minutos antes del accidente, el conductor se habría detenido para revisar el automotor. “Se olía a caucho quemado. Le dijimos que se estacione por un tiempo, pero no lo hizo”, recordaron.
El chofer no les dijo nada hasta que al parecer supo que no podía controlar el bus y le pidió al controlador que advirtiera del hecho a los ocupantes.
Luego de las primeras indagaciones del Servicio de Investigación de Accidente de Tránsito (SIAT) se pudo determinar que las zapatas de los frenos se habrían desgastado durante el trayecto antes de llegar a la ‘curva de la muerte’. “El sistema de frenos se fatigó por las condiciones de la vía”, aclaró el coronel Carlos Semblantes, subdirector de Control de Tránsito.
Hasta el cierre de esta edición no se logró identificar al conductor del autobús, quien al parecer formaría parte de la lista de heridos. Semblantes se contactó con representantes de la cooperativa, quienes le habrían dicho que el chofer designado no conocía bien la ruta Lago Agrio - Quito.