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Marlene Proaño y su hija de 17 años contaron la pesadilla que vivieron la noche del miércoles. Fueron amedrentadas por tres sujetos, dos ingresaron a su casa.Valentina Encalada. EXTRA

¡Le robaron el décimo y hasta las sábanas!

La mujer vive una doble desgracia. Su esposo está hospitalizado y con sus piernas apuntadas.

Al desconsuelo que vive Marlene Proaño, por la enfermedad de su esposo, se le suma otra desgracia: fue víctima de tres delincuentes. Ellos no solo desvalijaron su casa, sino que se le llevaron hasta el décimo que había cobrado horas antes.

Este hecho que mantiene a una madre y a su hija de 17 años viviendo momentos de angustia ocurrió en la manzana 139 de la ciudadela Los Vergeles, al norte de Guayaquil.

Con tristeza Marlene rememoró que la tarde del miércoles acudió junto a su hija para retirar el décimo que le habían depositado dos días antes. Al salir del banco canceló un dinero que prestó para comprar los medicamentos de su esposo que se encuentra hospitalizado. A él el 2 de diciembre le cortaron sus piernas.

Al salir de la entidad bancaria acudió a la clínica donde está internado su amado. Ya al caer la noche se regresaron a su domicilio y junto a su hija sacaron la basura porque en pocos minutos iba a pasar el recolector por el sector.

“Estábamos sacando las fundas al portal y al salir dejé la puerta abierta, de repente entraron dos tipos a la casa y apuntaron con un arma de fuego a mi hija”, explicó entre lágrimas la afectada.

La señora dijo que los delincuentes pusieron el arma en la cabeza de la adolescente, mientras que a ella a empujones la llevaban hasta el dormitorio. Allí encerraron a las dos.

“Mientras uno de ellos revisaba cada espacio de la casa, el otro apuntó a mi hija. Había un tercer hombre, él estuvo en un carro negro esperando a sus cómplices ”, recordó la señora.

Los delincuentes obligaron a la chica entregar el teléfono, mientras que revisaban las pertenencias de su padre.

“Parece que sabían dónde él tenía sus cosas. Se llevaron sus alhajas de oro, como cadenas, anillos y relojes y sus documentos personales, tarjetas de crédito”, comentó la afectada.

Además se le sustrajeron una lapto que estaba sobre la mesa, la cédula y los dos teléfonos celulares de la joven, cámara fotográfica y una mochila negra que contenía el dinero que había sacado del banco”.

Marlene dijo que durante los 15 minutos que los dos pillos permanecieron dentro de su hogar, no dejaron de amenazarlas. “A mi hija nunca le quitaron el arma de la cabeza, a cada rato le advertían que si gritaba le disparaban. Uno de ellos tenía acento venezolano”, aseguró la perjudicada.

Un compañero de clases de la chica también fue amedrentado “lo hicieron arrodillar y que alzara las manos”, expreso Marlene.

Después de cometer la fechoría los delincuentes se subieron al vehículo y huyeron del sector. La perjudicada se comunicó con el ECU-911 para denunciar el asalto del que habían sido víctimas. Los policías llegaron para tomar las huellas dactilares y poder dar con el paradero de los malhechores.

DATOS:

El fiscal Víctor González indicó que en este mes se incrementan los delitos contra la propiedad. El día miércoles se presentaron dos denuncias con similares características.

También hay otra modalidad, personas que se hacen pasar como fumigadores, al ingresar se llevan las pertenencias de los dueños de casa.

“Es importante que las personas que han sido víctimas presenten la denuncia para ubicar los sectores y las modalidades usadas por los delincuentes para cometer los delitos”, aconsejó González.

El esposo de Marlene es diabético. Hace 4 meses tuvo un percance y ahora está sin sus extremidades.