Parecía una resaca que solo había dejado vagos recuerdos de la noche anterior... Así sintieron muchos ciudadanos que vieron el debate presidencial por la segunda vuelta, el pasado domingo.

En el centro-norte de Quito, EXTRA consultó a ecuatorianos sobre el tema. Coincidieron en que no fue una jornada productiva. “Dejó un mal sabor de boca, pelearon, no vimos propuestas concretas. Viven en el pasado”, lamentó Sonia Cabezas, una ama de casa.

Para el analista político César Luis Barthelotti, el debate acabó siendo un conversatorio con muchos datos y pocas concreciones.

Las dudas

El silencio les ‘pasó factura’ tanto a Guillermo Lasso (CREO) como a Andrés Arauz (UNES). Dicen que hay que tomar al toro por los cuernos. Ninguno lo hizo. Lo esquivaron como dos magníficos toreros.

Que si el binomio de Lasso, Alfredo Borrero, había sido vacunado contra el COVID-19... ¡nada! Que si Arauz podía hablar del crimen de Gabela o el ataque a Lourdes Tibán... ¡nada!

“Aunque esto al votante promedio no siempre le importa, el tema de las vacunas sí, porque es urgente”, explicó Barthelotti.

Iván Rodríguez, un empleado público, agregó que si antes tenía dudas de por quién votar, ahora hay más. “En lugar de aclarar, confunden. Lo que necesitamos son soluciones”, dijo.

El hombre se conectó a la transmisión por cadena nacional a las 20:00, pero quedó decepcionado con las intervenciones de los finalistas.

‘Empates’

Si bien no hubo ningún ganador en el debate, Lasso pudo haber captado un buen porcentaje de los votantes de Yaku Pérez y Xavier Hervas, candidatos hasta la primera vuelta, señala el analista. Y esto representa a la población de entre 20 y 35 años. “Se mostró más jovial, menos descomplicado y técnico. Detalles como la vestimenta fueron importantes”.

Pero eso a muchos pareció no importarles. Pesó más que ambos estuvieran lanzándose dardos y no concretaran sus ideas: ¿cómo reactivar al país?, ¿cómo vacunar a 9 millones de ecuatorianos en tres meses?, ¿cómo generar empleo en un país que está en crisis?

Diego Nazate, empleado privado, manifestó que al ver que “se trataba de una especie de enfrentamiento personal” perdió el interés.

No tiene mayor esperanza de lo que prometen los candidatos. “Estamos cansados de las acusaciones”.

Lo que queda

Según Barthelotti, el careo mostró las fortalezas y debilidades de ambos candidatos. “Lasso debe trabajar más en territorio. Para evitar más rumores sobre la vacuna de su binomio deben aclararlo juntos, si es posible hoy mismo”, sugirió.

Los sectores populares, en cambio, son una fortaleza del candidato del correísmo, según el analista. Por ejemplo, en la provincia de Manabí. “Sobre todo en las comunidades”.

Los votantes que captó Xavier Hervas siguen siendo el porcentaje ‘en disputa’ en la segunda vuelta electoral.

Cansados de los mismos

Para Alexandra Moncayo, también ama de casa, el tono en que se manejaron las cosas no dista de la política de los años 90. “No se ha evolucionado, fue un ataque mutuo nomás”, opinó. Y no solo ella piensa así. En el careo, Lasso y Arauz dijeron la palabra “pasado” varias veces.

Nota: de las 10 personas que fueron consultadas por este Diario, seis no siguieron el debate. El voto informado destaca el Consejo Nacional Electoral, pero este ‘encuentro’ dejó mucho de qué hablar. Y hartos memes.