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En este carro detonó una bomba, en Cuenca.Cortesía

Cuenca se suma al miedo por detonaciones de explosivos

Ocurrió por primera vez y ha sembrado de terror a la capital azuaya en medio de grito de auxilio que no tiene eco en las autoridades

Miedo, temor, zozobra y paranoia se evidencia en el ambiente cuencano ante la ola de inseguridad. El sonido de las motocicletas los ponen el alerta cuando caminan por las calles, es que “solo toca respirar profundo y orar”, señala Carlos Humberto Ñauta, un trabajador que afirma que es tanto de lo que dice, que los delincuentes actúan en moto, sin que nadie pueda ayudarnos y cada paso de una motocicleta le pone nervioso. Las mujeres, al encontrase con algún transeúnte, automáticamente abrazar su pertenencias pesando los arrebatar. 

Ese ambiente las autoridades la calificaron de tranquilidad, ciudad acogedora y donde la delincuencia aún no agarra a Cuenca como su víctima. Pero lo ocurrido entre la tarde y noche del jueves 31 de agosto del 2023, con dos detonaciones de explosivos, uno en Sayausí, a 8 kilómetros del oeste de la ciudad y el segundo en el barrio de Totoracocha, lado este de la urbe, desequilibró esa percepción de ciudad segura.

En Totoracocha, un vehículo Chevrolet Trooper, estacionado en la puerta de su domicilio, explotó. El carro q quedó semidestruido, igual los ventanales de dos viviendas colindantes.

En Sayausí, el explosivo fue detonado en el puente sobre el río Tomebamba, Los daños fueron menores, pero originó un hueco grande en el pavimento, junto a la balaustrada derecha de la pasadera.

La Policía apenas atina en señalar que los casos se encuentran en proceso de investigaciones, y consideran que los hechos no estarían relacionados con los ocurridos el Quito y Machala. La ciudanía no lo cree, tiene una visión que va más allá y considera que sí se relacionan tomando en consideración que el Estado ha perdido su norte y es incapaz de cumplir con su rol de seguridad, así sostiene el ciudadano Wilson Serrano.

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Para Alejandro Pesántez, la realidad se centra en que el país ha caído en el anarquismo y caos, “Hay hambre, miseria, desempleo. Y la inseguridad y delincuencia, no es más que la reacción humana de la mano de grupos delincuenciales que llegan incluso a decirle al Gobierno, que tiene que hacer.

Las explosiones nunca antes se han registrado en la capital azuaya, y al parecer es un aviso de lo, “ojalá Dios no lo permita, vivir como se vivió el Colombia” opina Alejandro Pesántez.

A todo eso se suma el mutismo de las autoridades, quienes esconden la realidad con declaraciones falsas, y aseguran que solo se trata de una simple percepción, sostiene Ana Azogue. “No es así”, dice, “la inseguridad está junto a nosotros, ninguna autoridad atina en actuar y hasta nos vemos obligados a actuar por nuestra propia cuenta”, aduce Azogue.

Lo vivido el jueves entre la tarde y noche, por poco mata a infartos a unos cuantos, pues paralelo a las explosiones, los cohetes que se reventaban el centro histórico de Cuenca por algún fiesta religiosa, hizo correr al muchos presumiendo que se trataba de balacera o nuevas explosiones.

Mario Castro. Experto en seguridad

“Es asombroso, peligroso y preocupante” que el la tercer ciudad del país se registren detonaciones con artefactos explosivos. Considera el experto el seguridad, que la ciudad a través de sus autoridades, deberán asumir un rol más fuerte para contrarrestar estos hechos. Evitó Castro opinar sobre si la capital azuaya está o no preparada para encarar estos eventos. Fijó su criterio en la necesidad de establecer un “Plan integral de Seguridad”. 

No se dispone de esta herramienta, anota, pues las instituciones como Policía, Ejército, Organismos de Socorros, junción judicial y justicia y el propio Consejo de Seguridad Ciudadana, actúan de forma unitaria, Cada uno por su cuenta, lo que hace estéril el trabajo y el acciones para crear y devolverle la seguridad a la sociedad.

Todas estas instituciones, si están capacitadas, pero cada una “lleva agua para su molino”, señala.

¿Qué hacer? Buscar la unificación de acciones de todas las instituciones, incluidos los comités barriales, parroquiales, gobiernos seccionales y grupos familiares, pero con lo elemental, trabajar en conjunto para que las acciones por grupos no sean estériles, concluye el experto en seguridad, Mario Castro.

Alejandro Pesántez:

“Solo Dios sabrá cuidarnos frente a la desidia de los gobernantes que no tienen la capacidad de darnos seguridad.

Cristian Rodríguez:

“Triste realidad, donde los PPL´s tienen la capacidad de advertir y dice al gobierno que hacer y que no hacer”

Ana Azogue:

“Solo resta actuar por propias manos con el peligro de ser nosotros quienes seamos llevados a la justicia en caso de golpear a los delincuentes”.

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