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Cuenca: ¡Localizar su muerto, una odisea!
Un enfrentamiento entre bandos liderados por Ariel y Anchundia han dejado en medio del dolor y la incertidumbre a una veintena de familias
“Mijo, dónde tú estés, vivo o muerto, te encontraré para abrigarte con mi alma”, expresaba María Guallpa, de 65 años, quien, desde la tarde del domingo 3 de abril de 2022, recorría entre el centro carcelario, hospitales y el centro forense de Cuenca, provincia del Azuay, en busca de su hijo Santiago Andrade, detenido del Centro de Privación de la Libertad de Turi, donde el pasado fin de semana se registró la matanza de 20 internos.
“Nadie me dice si Santiago está muerto o herido, ni dónde está. Si ha sido muerto, quiero sepultarlo. Si está vivo, abrazarlo sin importar si es inocente o culpable del delito por el que lo encerraron”, adujo María entre lágrimas.
El ‘calvario’ de esta madre se inició la tarde del domingo 3 de abril. Ella dice que no ha dormido ni ha comido, y en soledad aguarda para saber la suerte de su hijo.
En similares circunstancias a la de María, sin comer, ni dormir, se hallaba una guayaquileña que dijo llamarse Jéssica, quien aguardaba por información sobre su esposo.
Ella tampoco sabe qué ha pasado con su pareja. En todos los sitios a donde había acudido a preguntar por él le han dicho que a través de los canales oficiales se entregará la información precisa. “¿Pero cuáles son esos canales?, si a cada sitio que voy me piden nombres, características o alguna seña particular, para buscarlo y luego llamarme a que lo reconozca”, gritaba la mujer y, además, exigía que le permitan ingresar a la morgue para buscar entre los cadáveres a su marido.
Los gritos de Jéssica dieron lugar a que una de las fiscales la invite a esperar información, en unas carpas en los jardines interiores del Centro de Investigación Forense.
A Esther, quien también quería conocer si su hijo está muerto o vivo, y Orly, quien, en cambio, buscaba saber si su primo está entre las víctimas, también le pidieron que aguardará información bajo las carpas.
En el sitio se les indicó que luego del trabajo de verificación de las huellas dactilares se dará paso al protocolo de autopsia para elaborar la lista con los nombres de las víctimas.
En ese ambiente de desesperación, los parientes de los internos asesinados en la cárcel pugnaban este lunes 4 de abril por información.
El fiscal provincial del Azuay, Leonardo Amoroso, explicó que el trabajo de identificación y autopsia de los cuerpos es largo, que toma entre aproximadamente una hora y media y dos horas.
La secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez, indicó que, hasta el mediodía de este lunes 4 de abril, cinco de los veinte cuerpos ingresados estaban listos e identificados para la entrega a sus familiares. Ellos serán llevados a Quito, Macas, Durán y dos a Guayaquil, precisó la funcionaria.
En las inmediaciones del Centro de Investigación Forense, cercano a la parroquia de San Joaquín, se colocó un filtro para impedir el ingreso de personas ajenas a las familias de los privados de libertad.
CERCENADOS
En la investigación sobre este episodio sangriento en el recinto carcelario azuayo ha aflorado que un enfrentamiento entre dos grupos liderados por los alias Anchundia y Ariel habría desatado esta última matanza.
Según lo dicho por el ministro del Interior, Patricio Carrillo, los internos que estaban en el pabellón de máxima seguridad arremetieron contra quienes se encontraban en las celdas de mediana seguridad.
El funcionario explicó que por imágenes captadas con drones que sobrevolaron el Centro de Privación de Libertad (CPL) Azuay N.° 1, de Turi, las muertes se habrían registrado en el interior de las celdas. Luego los cuerpos fueron arrastrados hasta los patios, en donde fueron hallados.
El funcionario no precisó si las víctimas fueron asesinadas con arma de fuego o cortopunzantes. Solo enfatizó en que cinco de los cadáveres estaban cercenados.
VEINTE VÍCTIMAS
Según Pablo Ramírez, director del Servicio Nacional de Atención a Privados de la Libertad (SNAI), el número de muertos durante el enfrentamiento es de 20. Cinco heridos graves se hallan hospitalizados bajo la vigilancia médica.
El enfrentamiento se habría iniciado a eso de las 20:40 del sábado 2 de abril y duró hasta las 18:00 del domingo 3. Este lunes 4 de abril se informó que los desmanes estaban controlados.
Después del levantamiento de los cuerpos, los agentes localizaron unos 197 indicios balísticos.
En una requisa hallaron 50 celulares, 127 armas cortopunzantes y 1.312 litros de licor.
Las inmediaciones del centro de privación de libertad se hallan custodiadas por personal militar y policial, pero no se precisó el número de uniformados destinados a dicha tarea.