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Después de una semana separados, Cristofer y Brenda se juntaron. Él lloraba de emoción y ella no dejaba de saltar.ANGELO CHAMBA

Cristofer y su perrita Brenda: "Juntos hasta la muerte"

El joven extranjero rescató a Brenda, su perrita, en Perú, hace tres años. Desde entonces son inseparables. Pero se han enfrentado a la calle, a un robo y hasta a una enfermedad bacteriana.

Brenda, una perrita mestiza de ojos color miel y lomo dorado, se emociona al ver a su dueño Cristofer Guzmán... El vínculo es tan fuerte que aquel joven, nacido en Venezuela hace 23 años, incluso se rehusó a ser acogido por un albergue, ya que el animalito no era bienvenido. Él prefirió dormir en la calle a su lado. Y ahora son inseparables.

La historia de Cristofer y Brenda empieza hace tres años. Él la encontró en un pueblo de Perú. Temblaba y tenía el cuerpo cubierto con sarna. Desprotegida. Sola. Pero su suerte estaba a punto de cambiar. El que se convertiría en su incondicional compañero la curó. Hoy, la mascota es como una hija para él.

Pero pronto la desdicha los golpearía otra vez. Mientras recorrían el país sureño, una persona se robó a la perrita. Él estaba desesperado. La buscaba por todos lados. La sentía perdida. Pero no. Alguien le soltó que quien se había llevado a Brenda vivía a cinco horas de allí y la tenía en un cuarto.

Cristofer no dudó ni un momento en treparse a un tráiler e ir por ella. La recuperó. Y otra vez brillaba el sol para estos fieles amigos. Poco después, viajaron a Ecuador. Y hace unas semanas llegaron a Quito. Pero nuevamente se interponían obstáculos entre ambos. Cuando el joven golpeó las puertas de algunos albergues, estas se abrieron para él; sin embargo, no había cabida para su compañera.

Cristofer Guzmán no aceptó dormir en un albergue si su perra no lo acompañaba.Cortesía

Entonces, la calle continuó siendo su hogar. Se acostumbró a dormir en los rinconcitos de la capital. Eso sí, lo hacía con un ojo abierto. Era parte de su rutina. “Es muy peligroso. Uno nunca sabe si se va a topar con un loco que lo apuñale solo por maldad”, describe Cristofer.

Un día, una mujer vio deambulando a la perrita con su dueño por la avenida Shyris, en el norte quiteño. Pensó que estaba herida, porque no caminaba bien. Enseguida contactó a Cristina Calderón, encargada de la Fundación Camino a Casa. La fueron a rescatar. Y tras una revisión con el veterinario, descubrieron que Brenda iba a tener cachorros. Pero no solo eso. También detectaron que había contraído la bacteria brucella canis (provoca aborto en las hembras).

El venezolano no conocía que su mascota estaba preñada. “Yo sí sabía que era hembra, pero la llamaba Malandro porque es un nombre más rudo para vivir en la calle”, comenta.

La nueva meta de Cristofer es llegar a Bogotá, Colombia, para reunirse con su madre. Sin embargo, el viaje es caro, por lo que Fundación Camino a Casa participa en una colecta.

Lo peor llegó cuando le dijeron que para tratarla, la perra debía quedar aislada. Eso significaba para ambos una nueva separación por casi una semana. Ella tuvo que ser internada en una clínica del norte. Cuando por fin se acabó la cuarentena, llegó el reencuentro. Ella movía su cola, saltaba, le lamía la cara. Estaba muy feliz. Y él también. Hoy, el destino parece sonreírles a ambos. “Sin ella yo no voy a ningún lado. Así será siempre, juntos hasta la muerte”, narra.

Se alista para otro reencuentro

Ahora el destino de estos dos amigos inseparables apunta hacia Colombia. Allí, Cristofer volverá a ver a su madre. Se perdieron el rastro hace más de dos años, cuando él dejó ese país y fue hacia el sur. Sin embargo, la Fundación Camino a Casa logró ubicar a su progenitora por redes sociales y él está ansioso por volver a verla.

Ella sabe que su único hijo no va solo y hasta ha acondicionado un lugar para Brenda y los cachorros que vienen. Ellos partieron el lunes pasado.

El extranjero también tiene otras pasiones. Desde ‘pelado’ le gusta la música. En su país tuvo la oportunidad de trabajar en algunas producciones, pero cuando la crisis se agravó, dejó su hogar y también su sueño de convertirse en un cantante. “El género urbano es el que me gusta”, cuenta.

Mientras atendían a Brenda, el chico se quedó bien ‘rucote’.Cortesía

Cristofer espera que en este reencuentro con su madre lo impulse para dedicarse al arte y construir una carrera como músico, pero siempre en compañía de Brenda...

Cristina Calderón, de la Fundación Camino a Casa, dijo: “A mí lo que me sorprendió es que hay gente que abandona a sus animales por cualquier cosa. Él no. Cuando le dije que si no le parecía mejor que le buscáramos un hogar, lloró para que no los separaran”. A ella le enterneció ver a Cristofer dormido como un bebé mientras atendían a la perrita en el veterinario. “Imagino cuánto tiempo pasó en la calle y siempre alerta de que no le hagan nada”.