El Condado, en el norte de Quito, despertaron con una escena que jamás imaginaron. El silencio de las primeras horas del día fue interrumpido por el sonido de sirenas y el despliegue de varias unidades policiales que ingresaban a una vivienda ubicada en la intersección de las calles Fernando Daquilema y San José del Condado. 

Las miradas curiosas se asomaban desde las ventanas y los rumores empezaron a circular entre los habitantes del barrio. Aseguraban haber escuchado gritos, mientras que otros solo vieron la llegada de los uniformados y cómo acordonaban la zona como si hubiese ocurrido un crimen. La Policía desplegó un operativo dando paso a las unidades especializadas que tomaron control de la escena.

¿Quién era la víctima?

En el interior de un domicilio yacía muerto Joffre Darío Sisa Manobanda, de 28 años. Su cuerpo ensangrentado fue encontrado en la sala. Su cuñado relató a las autoridades que todo ocurrió cerca de las 07:20, cuando escuchó los desesperados gritos de su hermana. Al acudir al llamado, encontró el cuerpo de Joffre en el suelo, con una herida de arma blanca cerca del cuello. 

De inmediato, intentó contactar a la central de emergencia ECU-911, pero los operadores de dicha entidad informaron que no enviarían una ambulancia, ya que el hombre había fallecido. El caso fue catalogado como una muerte violenta y se activó la intervención de miembros de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased), quienes tomaron la escena para el levantamiento de pruebas.

La Policía Nacional ha iniciado las pesquisas para determinar las circunstancias de la muerte y si hay indicios de participación de terceros en el hecho. Hasta el momento no se han revelado detalles sobre posibles sospechosos ni sobre el arma utilizada en el crimen. Sin embargo, los investigadores analizan la escena en busca de rastros biológicos y otros indicios que ayuden a esclarecer lo sucedido.

La víctima estuvo un tiempo en prisión e ingresó a la dirección técnica de régimen semiabierto. Este suceso ha generado conmoción en El Condado, donde los vecinos piden mayor seguridad y patrullajes frecuentes.

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