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El espacio común de un centro comercial del norte se llenó en la noche del viernes 25.CARLOS KLINGER

Cortes de luz en Guayaquil: ¿Qué hace la gente en los centros comerciales?

Ciudadanos buscan opciones de lugares donde pasar las horas de cortes. Estudiantes de escuela, colegio y universidad se instalan en patios de comida

La ‘pípol’ se hartó de pasar encerrada mientras duran los apagones y se ha rebelado. Por eso muchos van a refrescarse y cargar los aparatos electrónicos sin pagar ni un solo centavo. ¡Llegan ‘sin paro’!

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Desde la mañana del viernes 25 de octubre, pocas horas después de que el Gobierno anunció cortes de luz de hasta 14 horas diarias, los patios de comida de centros comerciales de Guayaquil comenzaron a llenarse de niños, adolescentes y adultos que buscaban pasar su tiempo libre.

Según la ministra encargada de Energía, los cortes de 14 horas serían desde el viernes hasta el domingo. Los resultados de la medida se evaluarían este último día.

Las mesas, por su parte, ya no aguantaban una computadora más. Y los tomacorrientes, ni se diga: tocaba ir a cazar alguno que se encontrara vacío.

La venezolana Nathaly Alarcón y un grupo de amigas ocuparon un punto de energía por algún rato. Ellas necesitaban recargar las baterías de sus celulares para laborar de manera regular. “Ya mismo nos vamos, solo esperamos que el teléfono llegue a 100 % y que la luz regrese en nuestro sector”, comentó.

"Peor que en Venezuela"

A la extranjera la medida le pareció extrema y aseguró que Venezuela nunca llegó a tener racionamientos tan largos. “Me vine hace tres años, pero nunca se había dado algo de esta magnitud y por tanto tiempo. Sí, en una ocasión no tuvimos energía por cinco días seguidos, pero se solucionó”, dijo.

Ella, por su parte, ha pensado hasta en regresar a su patria, al presentarse tantas dificultades al intentar trabajar. “Primero la delincuencia, ahora la luz. No se puede”, expresó.

Nathaly y sus amigos llegaron para cargar sus celulares mientras conversaban.CARLOS KLINGER

Pamela y Melba se encontraron en una situación similar a la de Nathaly. Ellas, en cambio, se habían escapado de sus hogares por unos minutos para comprar unos helados y aprovecharon que ya estaban en el ‘oasis’ de claridad para esperar a que regresara el flujo de electricidad en su sector.

“Nos toca esperar unos minutos más. Solo tenemos que cruzar la calle y ya estamos en nuestro barrio”, indicó Pamela. Sin embargo, no tenían pensado cumplir el mismo plan para los dos siguientes días (sábado 26 y domingo 27) en los que las 14 horas sin luz se repetirían.

Así como las mujeres, muchos otros jóvenes se instalaron con sus computadoras y hasta videojuegos para usarlos y entretenerse.

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Escolares también aprovechan energía de centros comerciales

En el patio de comidas de un centro comercial del sur de Guayaquil, Geraldine Heras dibujaba palitos, bolitas y cuadritos. Concentrada, buscaba la perfección en cada trazo para preparar un “tema de examen” para su pequeña hija Karen, de cinco años.

Aquel mall se había convertido en su centro de estudios. Como estudiante de la Universidad Agraria del Ecuador y viviendo cerca, aprovechaba cada momento allí para estudiar y preparar las tareas de su hija, debido a los constantes apagones.

Geraldine, mientras preparaba el tema de examen para su hija.DIEGO ALVARADO

“No tenemos luz ni para investigar o hacer una tarea. Por las noches, cuando llego a casa, solo puedo repasar un poco con mi hija”, explicó Geraldine.

Mientras ella dedicaba su tarde a esta labor maternal, otros estudiantes utilizaban este shopping como un oasis de energía eléctrica para estudiar y socializar.

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