Denominar ‘utilidad’ al dinero que recibiste o estás por obtener no es en vano. Sin embargo, ese término cabe cuando le das un sensato y efectivo uso a este capital, fruto de tu ‘camello’.

Es fundamental que consideres tres verbos claves que debes aplicar con esta plata. Estos son ahorrar, invertir y consumir.

A continuación, el economista y catedrático Santiago Pozo comparte con EXTRA varias recomendaciones para que puedas aprovechar cada centavo. ¡Que sus utilidades te sean útiles!

EXTRAtips

1. No te dejes deslumbrar por ‘inversiones’ en redes

Evita realizar inversiones poco confiables que prometen alta rentabilidad, pues por lo general son muy riesgosas. Estas son difundidas por redes sociales. Se invita a los usuarios a invertir en criptomonedas, divisas, pirámides, etcétera. Estas publicaciones suelen ser estafa. Si caes en ellas, ¡adiós utilidades! Y el valor a pagar es mayor, pues podrías sufrir una afectación psicológica como depresión, frustración o culpa por haber ‘botado’ ese billete, manifiesta la psicóloga Mariela Delgado.

2. Baja el nivel de endeudamiento

Las deudas generan intereses que al final del día son gastos, de los cuales debemos hacernos cargo. Si tienes que hacer una compra, mejor hazla pagando con dinero en efectivo. Así te ahorras un billetito que puedes destinar a otras cosas. Asimismo, cancela sus deudas con una parte de las utilidades.

3. Ahorro para emergencias y plan de inversión

Es esencial contar con un fondo para urgencias (enfermedad, desempleo, etc.), que nos ayudará a cubrir las necesidades que se presenten en momentos apremiantes.

También es importante comenzar un plan de inversión, para rentabilizar el dinero. Inicia a la antigua, con una alcancía en casa, y cuando esté pesadita anda a una entidad financiera, abre una póliza y luego sigue reinvirtiendo las ganancias. Así crecerá el fondo. Podrías apartar un 10 % para ambas opciones (emergencias e inversión), pero recuerda que esto no es una camisa de fuerza, pues el porcentaje destinado puede ser mayor o menor, según tu realidad financiera.

4. ‘Pilas’ con tus adquisiciones o compras

Comprar por impulso es lo peor que puede pasarte. No adquieras productos que a la final no necesitas ni usarás. No te dejes llevar por gustos o antojos. En lo que sí puedes ‘gastar’, aunque realmente es una inversión, es en renovar ciertos electrodomésticos, comprando aquellos que vienen con sistemas de ahorro de energía. Así reducirás tus planillas de luz.

En caso de que tengas hijos, las compras de útiles escolares y uniformes nunca serán un gasto, pues les servirán mucho a tus ‘pelados’ en el nuevo período académico.

5. Invierta en ti, en tu educación y capacitación

Es fundamental estar actualizado. Recuerda que nunca te podrán robar tu educación y preparación. Inscríbete en cursos, masterados. Según lo que recibiste, puedes pagar estos talleres completos o abonar una parte, pero anímate. Ojo, no te metas en cualquiera, debes de mirar a futuro. Inscríbete en un curso de repostería si piensas vender más adelante pasteles; o aprende a maquillar si quieres dedicarse a eso como oficio, sea de medio tiempo o completo. De esta forma puedes unir tu inversión personal a un posible emprendimiento.