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Los horarios son rotativos, por lo que se organizan en casa y con sus hijos para no faltar ni un día. También combinan sus trabajos con estudios.GUSTAVO GUAMAN

Conozca a las mujeres que operarán los trenes del Metro de Quito

Han completado la primera fase de preparación de 320 horas. Sus vidas y sus carreras han cambiado radicalmente con el sistema de transporte. EXTRA conversó con tres de ellas

Doris Simbaña va despejando la ruta del tren desde Quitumbe, en el sur, hasta El Labrador, en el norte de Quito. Mueve las manos en los controles y se acerca de rato en rato al micrófono para informar de su llegada a cada parada del metro de Quito.

Ella es una de las seis mujeres, del total de 27 personas, que aún se instruyen para conducir los 18 trenes de este sistema de transporte. En esta semana se cumplió la primera etapa de capacitación con 320 horas y Doris ya no siente nervios.

Su instructor, Daniel Cano, le da algunas sugerencias antes de salir de los talleres y cocheras de Quitumbe. Ella asiente con la cabeza sin dejar de mirar al frente. Y de vez en vez mira a los lados, a las luces y palancas.

Dice que el proceso ha sido arduo, sobre todo en las etapas previas a sentarse en la cabina de conducción. “Nos tomaron pruebas físicas, de conocimientos y psicológicas”, relata. De las últimas fueron cuatro.

Doris Simbaña ya conoce todas las funciones tanto de la cabina como del resto del tren.GUSTAVO GUAMAN

NUEVITAS

Pero como todo ha sido nuevo en este sistema, ninguno de los empleados ha tenido experiencia ferroviaria. Doris, de 34 años, estaba en el área comercial de la empresa y decidió postular para el puesto. “Sabía cosas básicas de mecánica y conducir, pero me arriesgué y aquí estoy”, relata. Ella, además, hizo estudios en comunicación social.

Laura Flores, de 31 años, es quien ha dado el salto más grande en su carrera, pues pasó de ser entrenadora deportiva a conductora. Explica que aplicó “para ver qué pasa” y ahora está emocionada de ser parte del primer grupo. “Ha sido duro por mis hijos y porque estoy terminando mi licenciatura. Acá (en el metro) también tenemos clases”, explica.

Quien sí tiene experiencia cercana a los trenes es Dayana Lara, de 27 años. Ella aprendió a conducir a los 13 años y desde entonces no ha podido alejarse del volante. “Tengo licencia profesional porque puedo conducir hasta buses y tráileres”, comenta.

Así que para ella es incluso más fácil estar en la carretera. “Tenemos que estar alertas, pero no lidiamos con tráfico, por ejemplo”, explica. Ella está terminando su carrera en Electromecánica, que se complementa con las enseñanzas de los instructores colombianos.

LO QUE HAY QUE SABER

Según la empresa operadora, los conductores de tren reciben una capacitación permanente. “En este personal recae la responsabilidad de mantener la comunicación entre el tren y el Puesto Central de Control”.

Deben conocer completitos los sistemas y subsistemas, pero sobre todo deben estar ‘papelito’ para enfrentar cualquier novedad con los pasajeros o algún daño en la unidad. Gran responsabilidad.

Daniel Cano llegó desde Medellín para preparar a los operadores, considera que el proceso ha sido productivo y que, aunque sea nuestra primera vez con el metro, “no tendremos mayores problemas”. “No hay ninguna diferencia con otras ciudades. Es un reto implementarlo todo desde cero”, asegura.