Un cigarrillo acompaña a Pastora mientras se alista para contar, brevemente, sobre su vida. Esta mujer corpulenta, de trenzas parecidas a serpentinas y de voz ronca, cobró popularidad tras lanzar una amenaza que fue difundida en redes sociales.

Haría explotar cilindros de gas si no le pagaban los destrozos de su casa ocurridos tras los enfrentamientos entre vecinos de La Invasión, en el Comité del Pueblo, norte de Quito, y delincuentes, el pasado 18 de junio. “Morimos todos”, sentenció Pastora, de 47 años, un día después de los hechos.

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La mujer contó a EXTRA que ha vivido en ese sitio durante 30 años luego de venir del Carchi, aunque es oriunda de El Chota, Imbabura. “Cuando yo era joven, trabajé en la casa de un alto oficial de la Policía en Tulcán. Le dieron el pase a Quito y me vine con ellos”, narró.

Fue criada por esa familia, dice, pero luego se independizó. Asegura que toda su vida se ha mantenido como empleada doméstica y limpiando casas.

Es viuda y tiene cinco hijos. Aunque uno de ellos está desaparecido desde hace seis años, revela, luego de que una camioneta llegó un día a La Invasión y embarcaron a su vástago, a quien no volvió a ver.

La venta de drogas

Pastora le da una calada a su cigarrillo y continúa. “Yo no me meto con nadie, ni le debo nada a nadie. No sé por qué me hicieron esto (destrozar su inmueble). Yo me quedo en mi casa hasta que me muera”.

Sin embargo, habitantes y la Policía la han señalado como la presunta líder de una banda delincuencial dedicada al microtráfico de sustancias. Además de que esto ha generado otros delitos conexos, como robo a personas y a vehículos.

Pastora lo niega y cuando se le pregunta sobre esos señalamientos contesta: “Me han acusado de vender droga, pero nunca me la han encontrado. Siempre me han llevado presa por cosas que yo no he hecho. Otros lo hacen y pagamos justos por pecadores”.

Pero sus argumentos caen por su propio peso. Durante 21 años, Pastora ha sido detenida por drogas, pero ha sido sobreseída o sus penas reducidas por el beneficio del procedimiento abreviado, como ocurrió en 2014.

Su paso por Guayaquil

En junio de 2021, agentes de Antinarcóticos de la Policía descubrieron que una organización delictiva se dedicaba al transporte de drogas dentro y fuera de Guayaquil. Eso motivó una investigación que demostró que la ‘merca’ era traída de Colombia y los trasladaban desde el Puerto Principal a diferentes partes de Ecuador.

Para detener al grupo criminal, se hicieron intervenciones telefónicas y seguimientos a los sujetos que viajaban en vehículos con las sustancias.

¿Cómo aparece Pastora? Según las audiencias que reposan en la Judicatura, ella y otra mujer supuestamente receptaban cocaína que venía, generalmente, de Guayaquil. Durante poco más de dos meses de investigaciones, la implicada y otros fueron aprehendidos y se inició un largo proceso judicial por el delito de delincuencia organizada.

Pastora fue llevada a la cárcel de mujeres en el Puerto Principal y estuvo detenida hasta que se desarrolló el juicio, el 3 de octubre de 2022. En la diligencia, los jueces la declararon inocente porque, según dijeron, no hubo pruebas suficientes para acusarla.

Desde esa fecha, ella quedó en libertad y regresó a La Invasión.

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