La Navidad está a la vuelta de la esquina y, con ella, la tradicional cena que no puede faltar en ningún hogar. Pero, como ya sabemos, la comida navideña puede convertirse en un gasto pesado si no se planea bien. Si en la primera parte de esta entrega te dimos en EXTRA algunos consejos para ahorrar, hoy volvemos con más trucos para que disfrutes de una cena espectacular sin que tu billetera sufra. ¡A tomar nota!

(Mira también: Comida navideña: Sabe delicioso y no te deja en números rojos: parte 1)

Primero que nada, evita los excesos en el buffet. Sabemos que la tentación de llenar la mesa con platos impresionantes es grande, pero no todo tiene que ser en grandes cantidades. A veces, menos es más. Si preparas una cena con los platos básicos que todos disfrutan, no solo ahorrarás dinero, sino que evitarás que la comida se desperdicie. Recuerda que lo importante es compartir, no llenar la mesa con un montón de comida que nadie se va a comer.

Otro punto clave es la decoración de la mesa. No hace falta gastar una fortuna en adornos. Con lo que tienes en casa puedes lograr un ambiente navideño encantador. ¿Velas? Perfecto. ¿Hojas secas? Mucho mejor. Y si tienes tiempo, hacer una pequeña corona con materiales naturales es una opción económica y creativa. Deja que tu imaginación haga el trabajo y no te dejes llevar por las presiones de comprar decoraciones costosas.

¿Y si te animas por un postre casero...?

Los postres caseros son otro gran truco para ahorrar sin perder en sabor. Un bizcocho de chocolate, galletas decoradas o un pan de frutas no solo tienen un sabor increíble, sino que también son mucho más económicos que comprar algo ya hecho. Además, hacerlos en casa le da un toque personal que siempre queda bien en estas fechas. Y ni hablar del aroma que se esparce por toda la casa mientras los preparas… ¡eso sí que es espíritu navideño!

¡Controla las bebidas alcohólicas!

En cuanto a las bebidas alcohólicas, es importante que no se te escape el presupuesto. Aquí, lo ideal es hacer que los invitados se encarguen de las bebidas o, si decides comprarlas tú, que el gasto no se dispare. Hay vinos y licores de buena calidad a precios más bajos, solo tienes que comparar y no dejarte llevar por marcas caras. Si optas por alternativas más económicas, es probable que el sabor sea igual de bueno y nadie se dé cuenta de la diferencia.

Y, por supuesto, si después de la cena quedan sobrantes, ¡no los tires! Muchos de los platillos navideños pueden aprovecharse al día siguiente en otras comidas. Unas sobras de pavo pueden convertirse en un delicioso sándwich o una ensalada, y los restos de ensaladas o guarniciones pueden ser la base para un buen caldo o una sopa. Aprovechar lo que ya tienes es una manera sencilla de alargar la vida útil de la comida y, de paso, seguir ahorrando.

Lo importante es la reunión

Por último, y no menos importante, recuerda que lo más valioso de la Navidad no está en la cantidad de comida ni en los adornos. Lo esencial es compartir momentos con las personas que amas. El amor y la unión familiar son los ingredientes que realmente hacen especial esta fecha. Así que, aunque la cena sea sencilla, si está acompañada de risas y buenos momentos, el espíritu navideño estará presente.

En resumen, la Navidad no tiene que arruinar tu presupuesto. Si planificas con tiempo, tomas decisiones inteligentes y disfrutas de lo que realmente importa, ¡la cena navideña puede ser un éxito sin dejarte en números rojos! Y recuerda, lo más importante es que, al final del día, lo que te llevas en el corazón es el tiempo compartido con tus seres queridos.

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