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A Profesores y alumnos les 'da cosas' volver a las aulas: temen a la Covid-19
Consideran que no hay garantías para un posible retorno a las aulas, como lo asegura el Ministerio de Educación. Temen contagiarse de COVID-19
El anunciado retorno progresivo de los profesores las aulas, desde enero próximo de 2021, tiene muy preocupada a Mayra Zambrano. Ella es parvularia de una escuela situada en la cooperativa Oramas González, en el norte de Durán.
El plantel carece de agua potable y cada determinado tiempo docentes y padres hacen mingas para evitar enfermedades. Ante la falta de Internet, docentes como Zambrano recurren a videos que graban mediante la aplicación WhatsApp para dictar las clases y enviar los deberes a sus alumnos.
“Si en esas condiciones hemos permanecido antes y durante la COVID-19 ¿de qué garantías de bioseguridad podemos hablar?”, cuestionó Zambrano.
La mujer comenta que con su esposo, quien también es educador, han tratado en lo posible de evitar contagiarse, más aún porque tienen un niño de año y medio.
"No somos inmortales"
“Los docentes y alumnos no somos inmortales. Parece que a la ministra de Educación (Monserrat Creamer) la hacen ver otra realidad”, opinó.
Para el retorno paulatino, cada plantel debe entregar hasta el próximo 18 de diciembre un plan que contemple y garantice el cumplimiento de las medidas de bioseguridad dispuestas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional y los entes cantonales. En espera está la propuesta para el ingreso de los alumnos.
Alegan condiciones adversas
Estefanía Muriel, maestra de educación básica de una unidad de la capital, considera que la idea del retorno a clases presenciales parte de una visión de las autoridades, “pues no se han considerado las medidas de seguridad, de las que carecen gran parte de planteles”.
En el caso de Muriel y otros miembros de la red pública, cada uno deberá llevar sus materiales y computadoras para trabajar. “La idea es que podamos recibir a los niños que no cuentan con la tecnología para las clases en línea; pero sin las medidas de bioseguridad necesarias, es irresponsable hacerlo”, mencionó.
Otro detalle que le preocupa es todo lo que conllevará la asistencia presencial. Por ejemplo, el uso de transporte público será otro foco de contagio.
Padres preocupados
Mientras que a Fernanda Martínez le intranquiliza la idea de que sus hijos regresen a las aulas. Además de poner en riesgo la salud de sus niños, de 8 y 10 años, constituye un gasto que con la crisis económica será difícil de sostener. Se refiere a la compra constante de amonio cuaternario, alcohol y otros productos de desinfección que han solicitado los planteles.
La Red de Maestros Zona 8 expresó su desacuerdo con las medidas establecidas sobre el retorno. Considera que es un atentado contra la salud de los educadores, por lo que piden que se analice la resolución.
“No es posible que, además de la baja de sueldo, ahora disponen el regreso a los planteles. ¿Qué garantías hay? ¿Quién va a responder si nos enfermamos o contagiamos de COVID-19?”, manifestó la coordinadora Herlinda Bósquez.
La dirigente le recordó al Ministerio de Educación que detrás de cada docente hay familias, algunas con miembros que padecen de enfermedades catastróficas.
La Red propone que se ejecute el proceso de sectorización a los profesores que trabajan en zona rural, además de dotar de equipos tecnológicos y de bioseguridad hasta que estén disponibles las vacunas contra el coronavirus.