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En Ciudad Victoria 2: ¡Sirves o mueres!
La guardia asesinada hace 11 días en este plan habitacional del norte de Guayaquil habría sido víctima de una organización criminal, a la que debía ‘sapear’ sobre el ingreso de policías a su zona. Aquella madrugada no lo hizo y por eso recibió un ‘pepazo’ en la cabeza.
La difícil situación económica y el desempleo empujaron a Helen Stefanía Benalcázar Alvarado a tomar una arriesgada decisión: convertirse en guardia de seguridad de una garita en una de las zonas más peligrosas y conflictivas de Guayaquil, Ciudad Victoria 2. En este plan habitacional, pese a ser una urbanización, las organizaciones criminales tienen el control.
El pasado 22 de febrero, Helen, de 32 años, fue asesinada de un tiro en la cabeza. Su cadáver quedó dentro de la caseta donde laboraba desde hacía un mes. Su crimen se habría producido porque no alertó a los miembros de una banda delincuencial sobre un operativo que se ejecutó durante la madrugada en Monte Sinaí, sector aledaño a Ciudad Victoria.
Los allanamientos se efectuaron horas después de que cuatro policías fueron secuestrados, golpeados y despojados de sus armas por más de 30 antisociales. Los agentes detuvieron a alias Cara de Loco, que tiene antecedentes por robo y posesión de droga.
Una fuente policial revela a EXTRA que la celadora tenía “la obligación” de alertar a los integrantes de esta banda criminal cada vez que veía movimiento policial o más de un vehículo de la Policía Nacional por el sector.
Afirma que la occisa y otros ciudadanos que ejercen el mismo oficio en la zona son obligados, bajo intimidación, a convertirse en ‘anillos de seguridad’ de organizaciones criminales que operan en esta conflictiva zona porteña que forma parte del distrito Nueva Prosperina, el más violento del país. Solo en esta jurisdicción, que es parte de la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, en lo que va del 2023 se han registrado 115 asesinatos.
“El auge de las novelas narcodelectivas ha influido para que estas bandas delictivas copien sus actividades y estrategias. Aunque parezca mentira, estas series mexicanas y colombianas influyen en las personas, especialmente en jóvenes e incluso en mujeres que se sienten atraídas por los lujos y el poder. Esta joven (la asesinada) lamentablemente estaba siendo presa de estas organizaciones, ella debía avisarles si veía algo inusual o más de un carro policial entrar al sector y no lo hizo”, le cuenta a este Diario un policía de la unidad encargada de investigar muertes violentas.
Helen Stefanía era madre soltera y desde hace seis meses había llegado, junto a sus padres y sus dos hijas, a residir a Ciudad Victoria 2. Una vecina de la occisa contó que la casa donde habitaba en compañía de sus familiares no era de ellos, sino de un pariente.
“Dos días después del asesinato de la chica, dejaron la vivienda. Se fueron huyendo, seguramente por miedo. A pesar de que vivimos en un lugar privado y que cuenta con guardianía, es sumamente peligroso. Las bandas criminales se han apoderado de Ciudad Victoria. O se trabajaba para ellos o mejor pasar desapercibido. Comentan que la vecina (Helen) no les avisó de un operativo policial, parece que se rehusó a ser informante o se quedó dormida. Aquí sirves o mueres”, sostiene una lugareña que solicitó la reserva de su nombre por temor a represalias.
APODERAMIENTO CRIMINAL
Otra moradora cuenta que por los problemas que se suscitaron presuntamente entre los guardias varones y policías, desde hace poco más de un mes las encargadas de las garitas son mujeres, una de ellas la joven asesinada y una señora que también reside es esta urbanización.
“Ellas no pertenecen a una compañía de seguridad, son moradoras que solicitaron el puesto. Seguramente por necesidad, no vieron el peligro al que se exponen. Tampoco tienen un sueldo fijo, se les paga de acuerdo con lo que se recoge entre los residentes. Unos dan dos o tres dólares. Este sector es de Los Choneros y hay que someterse a su ley. Una amiga que vivía como a tres cuadras tuvo que dejar su casita porque la amenazaron, la tildaron de ‘sapa’”.
Derechos Humanos
Las imágenes de un águila y un león, dibujados en una de las paredes exteriores de Ciudad Victoria 2, junto al costado derecho de la garita de ingreso, son muestras del poder de las organizaciones criminales. “El águila y el león identifican a Los Choneros. Esta zona antes era manejada por otra banda criminal, Los Tiguerones. Esa es la disputa que hay en el sector y la razón del alto número de asesinatos”, argumenta el investigador.
Un comerciante que también solicitó no ser identificado contó que muchos son reclutados por organizaciones criminales para que les sirvan de campaneros y los ubican en sectores estratégicos.
“Los anillos de seguridad empiezan en la vía a Daule, cerca de una empresa de cerveza donde vendedores, tricimoteros y taxistas informales son reclutados como ‘sapos’. Ellos son obligados a alertar y otros son parte de estas células criminales. El segundo control está en un mercado, a poco más de 3 km del ingreso, y el otro punto cerca de una unidad educativa. Ciudad Victoria también les es útil porque conduce a sectores como La Ladrillera, Monte Sinaí, Sergio Toral”, detalla el vendedor de comidas, quien habita en el sector desde hace 10 años. Sin embargo, los dos últimos los ha vivido en zozobra debido al auge delincuencial. (AEB)
Experto en seguridad y criminólogo
Expertos
Adiestramiento y tecnología
La abogada Patricia Castro, presidenta del Comité de Derechos Humanos Humanismo Ecuador, y el criminólogo y experto en seguridad Jhon Garaycoa coinciden en que las mujeres pueden ejercer la labor de guardias de seguridad, siempre y cuando cuenten con los medios tecnológicos adecuados, como chapas eléctricas, intercomunicador y cámaras, además del adiestramiento para ejercer su trabajo.
“Ellas pueden cumplir el mismo rol de un hombre, pero como en cualquier tipo de actividad existen niveles de riesgo, por lo que es necesaria la preparación”, afirma Garaycoa.
Para Castro, es necesario que reciban clases de artes marciales, de defensa personal y de autocontrol. “Ellas saben identificar las situaciones de riesgo, pero siempre y cuando estén capacitadas”, afirma.