La Policía Nacional recibió la primera alerta a las 01:30 de este 1 de noviembre de 2022. Se trataba de un vehículo color amarillo que tras ser abandonado junto a un retén policial, ubicado en la Parroquia Pascuales, en el kilómetro 14 y medio-vía a Daule, explotó. Según el reporte policial, un sujeto desconocido estacionó el auto tipo taxi y huyo a precipitada carrera a bordo de una motocicleta.

En este hecho no se registraron personas heridas ni fallecidas, pese a que el automotor con explosivos detonó a las afueras del retén policial que se encuentra en las inmediaciones de la gasolinera Primax. Kevin Nieves, cabo segundo de la Policía Nacional, explicó que a la hora del atentado en la unidad policial no habían agentes, debido a que esta presta servicios en horarios de 08:00 a 16:00.

Transeúntes miraban con asombro la escena del atentado, a la que llegó una grúa para retirar el automotor. "Ya no se puede andar tranquilo. Imagínese, un taxi han hecho explotar. A quién se lo habrán robado para hacer eso. Este país está peor que Colombia", dice Hermer, chofer de profesión, mientras abastecía de combustible su vehículo.

Horas más tarde, a las 03:15 de la mañana de este martes, se registro otro atentado con explosivos en los exteriores de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) ubicada en la parroquia Pascuales, en el sector Guamote. Según el parte Policial, al lugar llegaron sujetos aún no identificados, abordo de un vehículo color rojo, y lanzaron artefactos explosivos a los autos que se encontraban estacionados en los exteriores de la UPC.

En este hecho no se registró victimas mortales, pero si daños en la estructura de la unidad policial y en un carro estacionado en el exterior de la UPC; en la que se encontraba un oficial que resultó levemente herido a causa de la onda expansiva.

Paralelo a este atentado, a las 02:57 de la madrugada, el área administrativa del Terminal Terrestre Pascuales recibió la alerta de la explosión de un automotor color rojo en el andén de buses de transporte urbano. En este hecho no se registraron heridos ni victimas mortales.

Cinthia Benítez, administradora de la Terminal Terrestre Pascuales, detalló a este diario que los videos de las cámaras de seguridad ubicadas en la zona donde fue abandonado el vehículo que explotó fueron entregados a las autoridades como parte de la investigación. Agregó que las actividades en la Terminal fueron suspendidas porque se estaba a la espera de que una grúa de la Policía retirara el automotor para proceder a la limpieza del área. "Se espera abrir la atención al público antes del medio día, una vez que la policía judicial retire el vehículo", dijo.

El hecho que no detuvo la operación de 24 cooperativas transportes que operan en esta Terminal, debido a que empezaron a trabajar desde la Terminal Terrestre de Guayaquil, causó sorpresa a los usuarios y personas que trabajan en el lugar. "Yo trabajo en un local dentro de la terminal, pero no me dejan pasar porque han explotado un carro bomba. Está terrible esto, ya no se puede estar tranquilo", opina Marcos, de 23 años, mientras intentaba comunicarse con su jefe para justificar su retraso.

Estos tres atentados con explosivos no fueron los únicos registrados. A las 03:40 de este martes, un vehículo llegó hasta el sector La Prosperina, en el noroeste de Guayaquil, y colocó un artefacto explosivo en la parte inferior de un bus de transporte escolar que se encontraba estacionado en el sector. Este hecho no causó victimas mortales, pero si daños en el automotor y en las fachadas de al menos cuatro viviendas.

Al lugar llegó, en horas de la mañana, una unidad del Grupo de Intervenciones y Rescate (GIR) y determinó que el hecho se produjo por la detonación de un taco de dinamita. El chofer del automotor, Elvis Villegas, descartó que el atentado haya sido dirigido en su contra, pues refirió que no tiene "deudas con nadie, enemigos ni amenazas. Esto es dirigido a los policías, para amenazarles. Hasta ellos los saben porque nos dijeron que este taco de dinamita era para el UPC que está aquí cerca, pero cono han cerrado las calles, no pudieron ir hasta allá a ponerlo", comentó mientras limpiaba los vidrios rotos del automotor.

Esta madrugada no solo hubo atentados con explosivos, también con armas de fuego. Hasta la Unidad de Policía Comunitaria de Socio Vivienda 1, en el sector Nueva Prosperina, al noroeste de la urbe, llegaron seis antisociales y dispararon en reiteradas ocasiones contra la unidad policial, destruyendo las puertas y ventanas de vidrio. En este hecho, que terminó en un enfrentamiento entre los oficiales que se encontraban de turno en la UPC, no se registraron personas heridas ni detenidos.

En detalle, David Martínez, jefe de la Unidad Policial Nueva Prosperina, contó que los delincuentes, luego de detonar sus armas contra la unidad policial y huir, abandonaron metros más adelante el vehículo en el que se transportaban e intentaron hacerlo explotar con un taco de dinamita, pero no lo lograron. 

"Al abandonar el vehículo le prendieron un taco de dinamita, pero la mecha se les pasmó. El grupo de operaciones especiales hizo una detonación controlada", agregó el mayor Martínez.

Agentes de la unidad policial donde se registró el atentado refirieron que todas las UPC del sector "se encuentran atrincheradas". Han colocado sacos de arena junto a las ventanas de las unidades policiales y han amurallado con vallas el ingreso. Esto por orden jerárquica, refirieron los agentes, y como medida preventiva ante la ola de violencia.

A este recuento de atentados se suma la explosión de un vehículo en los exteriores de la Unidad Policial ubicada en la ciudadela Alborada, en el norte de Guayaquil. "Estábamos descasando alrededor de 15 agentes que ya habíamos cumplido nuestra guardia, y como a la 01:50 de la mañana explotó el coche bomba", contó uno de los oficiales que se encontraba en la unidad policial.

Este hecho no es aislado a los atentados que se registraron durante la madrugada de este 1 de noviembre, dijo el agente y añadió que esta escena de violencia responde a represalias por parte de las bandas delictivas que operan desde las cárceles para amedrentar a la Policía Nacional.

Según el Ministerio del Interior solo durante la madrugada de este lunes se reportaron 7 atentados con explosivos en Guayaquil. Este Diario recorrió estos sectores y recogió voces ciudadanas en las que expresan el temor por "tanta inseguridad y violencia". "

Ahora matan a los policías y les ponen bombas donde sea y a quien le caiga. Las bandas (delictivas) no están jugando y están más armados que los policías", dice un morador de la ciudadela Alborada.