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Salud
¡‘Chiros’ de sedantes!
No todos quieren dar la cara: los médicos que ven “la realidad” y los familiares de los pacientes contagiados que padecen porque los suyos no cuentan con calmantes dentro de las UCI. Temen represalias
La valentía de Eliana solo llega hasta revelar su nombre. No quiere dar más pistas sobre su apellido, tampoco de dónde estuvo hospitalizada su suegra desde el 23 de enero. Teme represalias por denunciar que en esa casa de salud hay desabastecimiento de sedantes que se suministran en el tratamiento de la COVID-19.
“Requeríamos el anestésico midazolam. Había otras alternativas como propofol, pero ese u otros sedantes traen efectos secundarios, afectan otros órganos, eso nos explicaron”. Pese a todo, su suegra falleció el pasado 29 de enero.
La medicación la compró en una farmacia en $ 7,35 cada una, pero en otras sitios se la ofrecían en 35 dólares. También escuchó que las comercializaban en 100.
Julia también tiene miedo identificarse, pues su hijo estuvo internado en el Hospital del IESS de Los Ceibos por coronavirus. Asegura que en esa casa de salud le indicaron que no habían algunos medicamentos y que debía conseguirlos afuera.
Carlos, médico del Teodoro Maldonado Carbo, confirma el desabastecimiento de los sedantes propofol, midazolam, fentanilo y rocuronio. “Lo que se está usando son unos suaves, por lo que es posible que el paciente esté consciente”, señala.
Jaime, otro médico del mismo centro, asegura que es la realidad de todas las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales del país. “ Estos medicamentos son empleados en cirugías emergentes, baleados, apendicitis, entre otras. El hospital da prioridad a estos casos. Si la usamos para enfermos COVID, la poca reserva se gasta en dos días”.
En enero pasado, Lorena, trabajadora de una distribuidora farmacéutica, recibía en su WhatsApp un sinnúmero de mensajes preguntando el precio de la midazolam y unas 50 llamadas por lo mismo.
Cree que no es una necesidad médica, más bien sería un estudio de mercado. “Llegan personas con recetas falsas; otros con varias a la vez, por si no les funciona el número del pedido, por ejemplo, tiene 50, luego va bajando a 20 y son las recetas del Ministerio de Salud Pública. Deduzco que es una banda que trabaja con alguien de un centro de salud”, asevera.
Otra que escasea...
Lorena indica que desde diciembre pasado el antiparasitario ivermectina es uno de los más solicitados, su valor es de $ 1,74.
“Estudios dicen que es buena en las fases iniciales de la enfermedad e impide que el virus se pegue a la célula humana. El problema es que un irresponsable escribió en redes: ‘consumir dos cápsulas cada 20 días para no tener COVID’ y el resto lo difunde sin saber. Muchos están acaparándola, pero hay que entender que si tomamos rutinariamente una medicina esta tendrá efectos acumulativos y volverse tóxico para el hígado”, advierte el epidemiólogo Mario Paredes.
Sin embargo, a Paredes no le sorprende que una vez que se acabe la alta demanda aparezcan esas medicinas, y más baratas. “Hay gente que se está haciendo rica en esta pandemia”.
Sus valores
- Propofol 2%- 20 ml: $ 44,70 y la de 1%-20 ml: $ 10,1
- Midazolam 15ml: 3,20 y de 5ml: $1,60
- Rocuronio 50 mg-5ml: 8,36 y de 10 mg-5ml: $9,49
- Fentanilo 0.5 ml: $ 44,47 (caja de 20)