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Centro de rehabilitación clandestino se incendió con mujeres en su interior
Cinco internas, entre ellas una mujer embarazada, se encontraban encerradas en la habitación en la que inició el siniestro
Humo en una vivienda fue la señal de alerta que habría puesto en zozobra a los vecinos del sector de Vergeles, al norte de Guayaquil. La nube del contaminante se habría producido luego de que se iniciara un siniestro en el interior de una construcción que funcionaba como clínica de rehabilitación clandestina.
En esa residencia, que operaba como centro para personas con adicciones, se encontraban cinco mujeres, entre ellas una menor de edad y otra en estado de gestación. La Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), institución que regula este tipo de locales, asegura que este sería un establecimiento ilegal que "mantenía en hacinamiento e insalubridad" a las internas.
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Según lo comunicado por la institución, el incendio fue iniciado por las pacientes que intentaban estar fuera de la vivienda por "desesperación". Los colchones que habrían ubicado en una habitación, donde supuestamente se encontraban encerradas, fueron los objetos que sirvieron para ocasionar el fuego.
Sin embargo, este no resultó en la huida de las mujeres sino en la intervención del Cuerpo de Bomberos de la ciudad para destruir una de las paredes y evacuar a las internas.
Khristie Vera, directora de la Acess en la zona 8 (compuesta por Guayaquil, Durán y Samborondón), comentó que las internas fueron evaluadas en cuanto a su salud ya que ellas les revelaron que recibían "maltratos físicos y verbales" de parte de quienes las controlaban. En las evaluaciones, acorde a la Acess, "se evidenciaron afectaciones a la piel de las pacientes y signos de maltrato, como golpes y rasguños".
No obstante, estas no serían las únicas denuncias que realizaron las mujeres al personal de control. Además de la supuesta violencia, ellas aseguraron no haber sido alimentadas de la manera adecuada ni recibir medicinas para contrarrestar los efectos del síndrome de abstinencia.
El organismo incluyó que este sitio no contaba con tratamiento con fundamento técnico para personas con consumo problemático de alcohol y otras drogas. "El lugar no contaba con un programa terapéutico, ni profesionales de la salud que brinden atención adecuada a las pacientes".
Finalmente, este establecimiento fue clausurado en el acercamiento de la Acess; no obstante, no fue el único en el sector. Una residencia vecina a la incendiada también funcionaba como centro clandestino e inmediatamente fue cerrada.
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