Dos amigas de Milena Cedeño, joven que desapareció el 29 de marzo y que luego fue hallada sin vida en una quebrada al oriente de Quito, ayudaron con información durante la investigación del caso.

Sin las pistas que ellas obtuvieron, la madre de la víctima no habría colocado la denuncia ante la Policía ni habrían llegado a los presuntos responsables. Luis Carranza y Alejandra Fajardo son indagados por la desaparición con muerte de la joven de 20 años.

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La mañana del sábado 30 de marzo, Raquel (nombre protegido) envió mensajes por WhatsApp a Milena, porque tenían que coordinar unos asuntos laborales, pero no hubo respuesta. La llamó por lo mismo y tampoco respondió.

Al siguiente día hizo lo mismo, pero ni siquiera le llegaban los mensajes a Milena. Raquel llamó a otra amiga en común y le preguntó sobre la chica desaparecida y tampoco sabía nada. Ambas se preocuparon.

El lunes 1 de abril las amigas de la víctima se contactaron con la persona que le arrendaba un departamento a Milena y este les había dicho que la joven le mencionó que estaba en una discoteca con una conocida llamada Alejandra.

Raquel y su pana buscaron los amigos que tenía Milena en sus redes sociales con el mismo nombre y dieron con el de Alejandra Fajardo.

La llamaron por Instagram y ella les dijo que había bebido licor con su esposo y Milena, en su departamento, y que ella se quedó dormida en el sofá. Añadió que a las 05:00 del 30 de marzo, la joven se había ido de la casa porque tenía una cita con un chico que había conocido en Tinder.

Raquel sabía de la existencia de este joven y lo contactaron por videollamada. Le preguntaron si él estaba con ella pero este les dijo que vivía en Guayaquil y que el día de la desaparición de Milena, ella le había enviado una foto dentro de una discoteca.

Las ‘mujeres investigadoras’ fueron al establecimiento ubicado en la avenida República, en el norte de Quito, y hablaron con los responsables del bar, quienes les contaron que Milena había estado con una pareja y que Luis Carranza pagó la cuenta de los productos que consumieron: dos botellas de tequila, una de aguardiente, un coctel y una botella de agua.

Con esta información, Raquel y su amiga fueron a la Policía para colocar la denuncia de la desaparición de Milena, pero les indicaron que solo un familiar podría hacerlo. Llamaron a la madre y ella viajó de Quevedo para seguir el proceso, el 2 de abril.

Al siguiente día detuvieron a la pareja de esposos y luego encontraron el cadáver de Milena envuelto en fundas de basura en una zona rural de Rumiñahui.

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