Cuatro testimonios clave en el caso Metástasis dieron su aporte a las investigaciones que se llevan a cabo en esto proceso que vincula al narcotráfico, encabezado por el capo Leandro Norero (+), y que se extendió a instancias estatales.

Pese a que su nombre fue topado en todas las intervenciones que se hicieron en la Corte Nacional de Justicia de Quito, esto derivó también en la vinculación de otros personajes que serían parte importante de esta trama que ha sacudido al país.

A continuación, EXTRA le muestra lo más destacado de estos cuatro testigos: dos protegidos y dos procesados.

El testimonio que concluyó la jornada fue de la fiscal Lidia Sarabia, quien estuvo al frente de investigaciones contra Leandro Norero. Eso causó que su vida cambiara completamente, ya que recibía amenazas “en la jerga criminal” y también de forma indirecta. “No he podido salir ni a la esquina”, confesó mientras detallaba sobre los procesos en contra del narco.

La funcionaria, quien es ahora una testigo protegida, contó que sus investigaciones apuntaron a Norero como un objetivo de alto valor, señalado como un blanqueador de dinero que tenía la complicidad de sus parientes.

Desde 2020 se estaba demostrando que su patrimonio crecía de forma exponencial. Se reveló sobre cómo en Perú fingió su muerte porque allá era indagado por tráfico de drogas y que acá se comprobó esa trampa.

Para 2022, los nexos del criminal con la justicia salieron a la luz porque Sarabia encontró impedimentos para ejecutar hasta la detención de él y sus cómplices. Y a pesar de las trabas, se logró que Norero fuera a la cárcel tras un allanamiento que reveló su poder en lo económico: se hallaron 42 lingotes de oro, 72 relojes de alta gama (sobrepasaban los 2.5 millones de dólares), asimismo 7 millones de dólares en efectivo y millones de pesos.

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Aunque esto parecía configurarse como un triunfo para la justicia, no estaba más alejado de la realidad. Sarabia continuaba indagando para vincular a parientes del narco y en las diligencias virtuales se conectaba gente afín al delincuente.

Sarabia dijo que esto lo comunicaba a las autoridades, quienes no la apoyaron para indagar lo que pasaba. Ante todo esto, su nombre saltó en los chats que Norero mantenía con sus operadores que le ‘aconsejaban’ darle el ‘vire’.

El penúltimo en rendir su testimonio anticipado fue Helive Angulo, señalado en esta trama de corrupción como el presunto administrador de los bienes de Leandro Norero, quien era apodado por él, en sus chats, como Estimado.

En su caso, su historia comienza cuando Estimado conoció al narco hace tres años, para que le ayudara en una declaración con el Servicio de Rentas Internas (SRI). Al ver el trabajo que hizo con Norero, este le comenzó a tener mucha más confianza por lo que le pedía que se encargara de sus ‘empresas’ de papel.

Fue en ese contexto que Norero le mostró su gran interés en conocer al entonces alcalde de Manta, Agustín Intriago, asesinado el 23 de julio del año pasado. Angulo le dijo que le había asesorado en temas puntuales al burgomaestre, por lo que el nexo estaba más que garantizado.

Fue durante su intervención en la Corte que Estimado reveló algo que podría recabar más indicios con respecto a la muerte de Intriago. Es que cuando el político y el narco se reunieron, el alcalde le pidió que le prestara 500 mil dólares y la compra de un departamento.

“En este caso, el señor Leandro Norero entregó, como donación, un valor en efectivo al señor alcalde Intriago, por 178 mil dólares. Una vez realizado aquello, se procedió al préstamo de los 500 mil dólares hacia el alcalde, con el fin de que este dinero fuera invertido en obra pública”, aseveró el procesado. Este dinero fue la garantía para que el narcotraficante obtuviera el 30 por ciento de un contrato.

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Pero Intriago no era el único político con nexos con el narco Norero, según Estimado. Se nombró también al actual prófugo Ronny Aleaga, quien era en ese tiempo asambleísta por la Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa.

A decir de Estimado, Aleaga, a quien se le conoce con el apodo de Ruso dentro de esta trama, era el operador en la política de Xavier Jordán, también prófugo y con un extenso historial delictivo, según la Judicatura.

Angulo explicó que el contacto con Aleaga y Norero se daba principalmente para el intento de compra de conciencias, a fin de promover el No en la consulta popular de Guillermo Lasso, ahora expresidente de la República. Para ello, según Estimado, Aleaga usó un vehículo blindado que le entregó Norero y dinero en efectivo, el cual fue dado por Estimado junto a su chofer.

En esta trama también se menciona a Fernando Villavicencio, quien se habría contactado con allegados de Norero para pedirle dinero a fin de no seguir con la indagación de los nexos entre el narco y el fallecido Intriago.

Si bien la cantante mexicana Gloria Trevi no tiene nada que ver en este proceso, fue por un concierto de ella que Mayra Salazar empezó a incursionar en el mundo criminal.

Así lo dejó sentado cuando comenzó su relato. Dijo que en 2017 la mexicana quería dar sus experiencias de vida a las reclusas ecuatorianas, petición que se negó. Fue ahí que conoció a Samara Rivera, esposa del delincuente Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña y primer líder de Los Choneros. Él fue asesinado en 2020 en Manta, Manabí.

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Fue Samara quien le presentó al que era su abogado de confianza, Xavier Alexander Novillo Arana, alias Novita, quien mantenía contacto directo con el narcotraficante y occiso Leandro Norero y quien ayudaba a miembros de la banda Los Choneros a salir airosos de la justicia.

Pero su testimonio estuvo más enmarcado a hablar sobre Pablo Muentes, exasambleísta del Partido Social Cristiano (PSC).

Él fue quien le pagaba su sueldo cuando entró a la Corte de Justicia Guayas y le pidió que se hiciera mano derecha de Fabiola Gallardo, expresidenta de esa entidad. Todo lo que hiciera, se lo debía contar a Muentes, quien en ese entonces también estaba liado con el tema de tráfico de tierras.

A decir de Salazar, fue Muentes quien manejaba a los vocales del Consejo de la Judicatura, relación que la calificó como un “ganar-ganar”. Mientras Muentes les daba su apoyo político, ellos le daban cuotas dentro del Consejo que eran para su beneficio.

El primero en declarar sobre la trama de corrupción del caso Metástasis, en la diligencia de testimonios anticipados, fue Marcelo Lasso, compañero de celda de Leandro Norero.

En su declaración, no solo hizo públicas las supuestas llamadas que mantenía el narco con personajes como Rafael Correa, expresidente de Ecuador, sino los contactos con gente ‘pesada’ como Pablo Ramírez, en ese entonces director del Servicio de Atención a Presos (SNAI).

A decir de Lasso, el uniformado le había pedido 200 ‘lucas’ como donación y frecuentemente averiguaba a Norero lo que necesitaba para que se sintiera cómodo.

Lasso, en cambio, se convertiría en un hombre de confianza de Norero y en emisario en el área de transitoria de la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi, donde ambos estaban recluidos.

Este hombre explicó que en la prisión se movían muchos abogados que estaban con Norero. Además de la famosa y polémica Claudia Garzón, quien supuestamente abogaba por la pacificación de las cárceles.

Y fue justamente en este contexto que nuevamente se nombraron a personajes oscuros como Adolfo Macías, alias Fito y líder de Los Choneros, Junior Roldán (JR), líder de Los Águilas. Así también saltaron, otra vez, gente como Xavier Jordán y Ronny Aleaga, quienes tenían nexo directo con el narco Norero.

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