Exclusivo
Actualidad
Caso Harrison Salcedo: un condenado detrás del asesinato de Hulk
El hombre está recluido en la cárcel de Turi, en Cuenca. Cumple una pena por matar a un hombre en una emboscada contra militares.
Elvis Conde Cevallos sería el sujeto que, al parecer, contrató a uno de los conductores implicados en el crimen del abogado Harrison Salcedo, ocurrido en Quito para que hiciera el trabajo sucio.
Su nombre apareció cuando el chofer aprehendido, identificado como Luis Calderón, declaró ante las autoridades.
Él dijo que Conde, conocido como Maduro, lo llamó desde la cárcel para recoger a un tipo en Guápulo, norte de la capital, para luego unirse a otros sujetos a fin de balear a Salcedo, la mañana del 28 de abril.
Por ahora, los investigadores no han revelado qué relación tendría el jurisconsulto asesinado con Conde, un guayaquileño de 36 años. Si bien este hombre no ha sido vinculado oficialmente con alguna banda criminal, sí tiene un historial delictivo bastante amplio.
Luego de ser nombrado en las pericias de Salcedo se supo que Maduro está cumpliendo una sentencia en el Centro de Privación de Libertad Turi, en Azuay, por asesinato.
Los hechos
Aquel crimen sucedió hace ocho años en Sucumbíos, cuando a Conde le seguían los pasos por la venta ilegal de armas de tipo militar. Aparentemente, su centro de operaciones lo tenía en Lago Agrio, capital sucumbiense, donde frecuentaba night clubes y tuvo un romance con una trabajadora sexual.
En julio de 2013, miembros de la Unidad de Operaciones de Inteligencia del Ejército ecuatoriano supieron de las actividades de alias Maduro, gracias al apoyo de informantes.
Los militares organizaron tres equipos y, encubiertos, viajaron de Quito a Shushufindi para encontrarse con el sujeto para que les mostrara el material bélico que ofrecía. Sin embargo, él planificó una emboscada para matarlos, ya que habría identificado a uno de los colaboradores del Ejército (ver infografía).
Luego del crimen, Conde escapó hacia la capital. Los agentes de Inteligencia lo hallaron cuando salía de un hotel, en el sur de la ciudad. Portaba un arma de fuego, un cuchillo y teléfonos celulares.
En las investigaciones, Maduro aseguró que se dedicaba a la venta de sandalias en Guayaquil y que las compraba por medio de unas señoras que viajaban a Colombia. Pero la pistola que le hallaron durante su aprehensión estaba cargada y el calibre de las balas era el mismo de los proyectiles hallados en los fallecidos.