Exclusivo
Actualidad
Caseritos: Rosita es la que siempre tiene la solución
Suele levantarse muy temprano para empezar su jornada en su tienda. Los clientes la buscan porque tiene una fundita ‘mágica’
Rosa Chicaiza, de 32 años, es quien tiene la solución para los apuros del almuerzo: en su tienda, ubicada en la 40 entre Rafael García Goyena y Bolivia, al suroeste de Guayaquil, vende paquetes de vegetales listos para que los lancen a las ollas y que un delicioso locro de papas alimente a la familia.
La mujer, quien se dedica a este negocio desde hace cuatro años, cuenta que no es la única que pone en práctica esta idea para facilitar la cocción de los alimentos, sino que la aprendió de algunos familiares que se dedican al mismo negocio. “Esto viene completo y se les ahorra el tiempo de pelar y picar”, asegura con orgullo.
(Te invitamos a leer: Guayaquil: El triste suplicio de un tendero, acosado por extorsionadores y delincuentes)
Las fundas tienen lo esencial para un buen caldo de legumbres: brócoli, zanahoria, coliflor y espinacas. “Solo falta que le echen el agua y los condimentos y solucionado el ‘tema’”, bromea.
En su pequeño espacio tiene de todo. Frutas, verduras, hortalizas, procesados, bebidas, granos y hasta todas las proteínas que en un hogar se pueden consumir. “Todos los días tengo pollo, carne, chancho y pescado. Siempre me abastezco de lo que más puedo porque mis clientes son importantes para mí”, afirma.
Ella es la única que atiende el local por lo que debe estar a ‘cuatro ojos’ cuando entre las 07:30 y 14:00, horario más concurrido, llegan a comprarle.
Rosita, como le llaman las personas que la conocen, siempre los recibe con una sonrisa que los contagia, según una clienta que se encontraba en el negocio al momento en el que EXTRA visitó a la mujer.
“A ellos (sus caseritos) les gusta que les dé yapa, pero suficiente con encontrar los mejores productos en el mismo sitio”, ríe. Es decir, a Rosita ni aunque le rueguen les da la yapita.
Ella afirma que le costó un poco acostumbrarse a ese negocio, pues para tener todo a tiempo debe levantarse entre las 04:45 y 05:00 porque debe ir a comprar los enseres necesarios, además de tener que organizar una vez más su tienda.
“Abro a las 07:00, más o menos, pero mantengo abiertas las puertas hasta las 20:00 por la inseguridad. Hay que cuidar lo que se ha ganado”, confiesa. Sin embargo, cuenta que sus productos son tan ‘bacanes’ que los vecinos le hacen fila para entrar a comprar cuando se demora un poquito más.
¿Quieres leer más contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!