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En las calles 31 y Brasil, los niños disfrutan del carnaval jugando con espumas y pistolas de agua.Álex Lima

¡Carnaval solo con espumita y agua!

Varias familias disfrutaban de un ‘chapuzón’ cuando les cayó el Municipio y la Policía. No les quedó otra que desarmar la piscina.

Solo una hora de piscinazo y diversión disfrutaron los ‘chiquitines’ de la familia Íñiguez Acosta, quienes habitan en las calles 16 y Febres Cordero, suroeste de Guayaquil.

A las 11:00 de ayer, justo cuando los mayores de la casa se disponían a darse un ‘chapuzón’, personal del Municipio de Guayaquil y de la Policía llegó y los obligó a desmontar la piscina plástica que habían colocado en los exteriores de su vivienda.

La medida es una disposición del Comité de Operaciones Especiales (COE) cantonal y tiene la finalidad de evitar contagios de la COVID-19.

De los integrantes de esta familia, las más triste fueron las primas Noa y Sofía, ambas de 4 años. Porque cuando las autoridades llegaron ellas jugaban dentro del estanque.

Karina Íñiguez, abuela de las niñas, consideró ilógica la disposición del COE cantonal. “Abren las playas y nos quiten las piscinas. Nosotros recién íbamos a disfrutar de un piscinazo. Ya hasta me había puesto la ropa con la que me iba a meter. Hemos desperdiciado agua. También desmontaron la de mi vecina”, lamentó.

Hasta el cierre de esta edición, ayer se habían desmontado 20 piscinas en el Guasmo, 6 en el suburbio y 8 en Los Esteros. Aún no hay multas económicas.

Pero la señora y sus parientes se las ingeniaron para que los pequeños no se aburran durante lo que resta del feriado de carnaval. “Les dije a mis nietas que no lloren. Les compré carioca (espuma) y les voy a armar una piscina pequeña, solo para ellas. Se las pondré en la vereda”.

En la 16 y Febres Cordero fueron retirados dos estanques plásticos.Alex Lima

En el mismo sector de la ciudad, en las calles 31 y Brasil, Rosario Vera compartía el malestar de Karina. A ella también le desmontaron la piscina que colocó la noche del sábado para disfrutar con sus parientes.

Manifestó que cuando llegaron los agentes y autoridades del Cabildo, ella y sus familiares disfrutaban de un baño dentro de la alberca plástica.

“Lo que estábamos adentro somos de una misma familia. Nos quedamos sin diversión, porque para nosotros la distracción de carnaval es la piscina. Mis niños ahora solo deben jugar con espuma, anilina, globos”, expresó con resignación Rosario.

Pero no todos desconocían las disposiciones del COE cantonal. Valeria Narváez, quien reside en las calles Huancavilca entre la 18 y 19, dijo que se informó por las noticias y por eso adquirió una piscina pequeña, solo para su hija. “Todos los años sacamos una piscina grande, ahí nos metemos todos, pero sabemos que por el virus no podemos”, mencionó. (AEB)