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El pasado 26 de julio, el destacamento de la CTE fue atacado. Un agente murió. Desde entonces, las instalaciones permanecen cerradas.Miguel Canales y cortesía

El calvario de Posorja: Las duras razones de la pesadilla cotidiana de sus habitantes

El aumento de delitos en esta parroquia de Guayaquil tiene aterrorizados a sus habitantes. Muchos quieren huir, pero no tienen a dónde ir

Para Francisco, Posorja es más que el lugar donde ha formado su familia y construido sus recuerdos más preciados. A pesar de sus esfuerzos por permanecer en su tierra natal, la creciente ola de delincuencia lo ha forzado una y otra vez a tomar la difícil decisión de abandonar su hogar. Proteger a su familia es una prioridad y, aunque se marcha por unos días, siempre regresa porque su fuente de trabajo está en esa peligrosa localidad. Es un callejón sin salida.

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En los últimos 15 días, este comerciante de 49 años, que reside y tiene su negocio en una de las arterias principales de la parroquia, la calle Chaguay Gutiérrez, ha sido testigo de varios hechos violentos en la localidad.

“Mi amor por Posorja y mi compromiso con el bienestar de mis seres queridos siguen siendo inquebrantables, pero el enfrentamiento entre dos bandas criminales por el control del territorio nos ha obligado a refugiarnos en casas de parientes. La semana del 26 de julio hubo nueve asesinatos cerca de mi casa, en cuatro hechos distintos”, cuenta Francisco con la voz entrecortada.

Posorja forma, junto con la parroquia El Morro, parte del distrito Progreso, una de las 12 jurisdicciones de la Zona 8, que incluye Guayaquil, Durán y Samborondón. Sin embargo, no todos los asesinatos registrados en el puerto se reflejan en las estadísticas policiales. Según datos proporcionados por la Policía Nacional, en el distrito Progreso han ocurrido 80 crímenes del 1 de enero al 1 de agosto de este año.

Además, existen cifras oscuras de víctimas cuyos cadáveres no son levantados por la policía debido a la oposición de sus familiares.

A pesar de las dificultades y el peligro constante, Francisco mantiene la esperanza de que algún día su tierra natal vuelva a ser el lugar tranquilo y seguro que solía ser. Cada día, al abrir su tienda, enfrenta la dura realidad de un territorio en disputa, donde la vida de los residentes está en riesgo.

“Este lugar tiene un valor incalculable para mí. Aquí crecí, me casé y he visto crecer a mis hijos. No puedo simplemente dejarlo atrás”, afirma.

Maribel, otra habitante de la parroquia, señala que la violencia desatada ha provocado el cierre de varios negocios y ha llevado a otros, como comedores, al borde de la quiebra, ya que la gente prefiere no salir de sus casas o no visitar la localidad.

Los comerciantes de mariscos que se congregan en el malecón de Posorja sienten temor ante la creciente ola de delincuencia.Miguel Canales Leon

“Antes vendía al menos 30 almuerzos; ahora, a veces ni siquiera 10. Las personas están aterrorizadas. El otro día dispararon a dos agentes de la Comisión de Tránsito, lo cual causó conmoción. Los ciudadanos también estamos expuestos. Por matar a uno, se llevan otra vida”, se queja.

El motivo de los crímenes es la disputa por el tráfico de drogas. “Dan ganas de salir corriendo, ¿pero a dónde vamos? ¿De qué vamos a vivir, si aquí está nuestra vida?”, comenta con preocupación.

Como consecuencia del atentado a los agentes de tránsito el 26 de julio, murió José Antonio Pilaló Molina, cabo de la CTE, de 33 años. Su compañero quedó gravemente herido. Desde entonces, el destacamento de tránsito en la zona está cerrado y no atiende al público.

Guerra por el mar y la tierra

El mayor José Luis Rodríguez, jefe subrogante del distrito Progreso, explica que las dos organizaciones criminales en constante disputa por el control de la localidad (tanto terrestre como marítimo) son Los Lobos y Los Choneros.

“Tenemos una particularidad que otros distritos no tienen: el puerto de aguas profundas con la salida de contenedores. Este es el objetivo de las organizaciones delictivas. Tratan de contaminar la mercancía y los productos de exportación con sustancias estupefacientes. Se ha logrado incautar más de seis toneladas de droga. El incremento de muertes se debe a la cercanía con el puerto de Posorja”, asevera.

La presencia policial en Posorja es escasa en esta localidad, en donde existe una gran demanda de tricimotos.Miguel Canales Leon
El puerto de aguas profundas de Posorja representa un problema. Las organizaciones también intentan tener el control para, a través de los barcos, enviar drogas a otros países”.José Luis Rodríguez, Distrito Progreso

Rodríguez añade que recientemente se han realizado intervenciones con personal militar y otras unidades de la Policía para contener el aumento de delitos y que, en porcentajes, Posorja registra un incremento del 36 % en muertes violentas en comparación con 2023.

Sin embargo, otra fuente policial reveló que una tercera estructura delictiva, Los Tiguerones, también está intentando adueñarse de esta localidad, que tiene más de 40 mil habitantes dedicados a la pesca, la agricultura y el comercio.

“Las muertes violentas en su mayoría están relacionadas con el tráfico de drogas. La cifra de asesinatos que registramos podría triplicarse, ya que hemos llegado a escenas donde los cuerpos ya han sido retirados. Esos son los muertos no registrados”, admite el uniformado.

Posorja está evidenciando un incremento en las cifras de criminalidad debido a que las organizaciones delictivas buscan otros puertos para exportar la droga”.Renato Rivera Rhon, Experto en seguridad

Renato Rivera Rhon, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, sostiene que el impacto de la delincuencia en Posorja no es un fenómeno aislado, sino un reflejo de la situación en toda la Zona 8. La lucha entre bandas criminales ha creado un ambiente de inseguridad que afecta desde pequeñas parroquias hasta grandes urbes como Guayaquil.

“La magnitud del problema requiere una respuesta integral y sostenida. Las organizaciones buscan otros puertos para sacar la droga a mercados internacionales, y por eso este puerto ha atraído el interés de mafias albanesas que buscan exportar cocaína a Europa”.

En cuanto a las cifras de asesinatos, el experto recomienda fortalecer la Policía de Medicina Legal y Criminalística, y la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), encargada de investigar las muertes violentas. “Este nuevo contexto de violencia requiere que se prioricen nuevos sectores, distritos y ciudades”, concluye.

Mientras tanto, Francisco y Maribel continúan adaptándose a esta nueva realidad, buscando formas de protegerse y seguir adelante.

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