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Cuando los perritos tienen problemas de socialización son llevados con bozal y se los acerca poco a poco con otros ejemplares.RENE FRAGA

Calderón: Así funciona el refugio que rehabilita perros agresivos y maltratados

Los animales que llegan al Centro de Acogida de la Unidad de Bienestar Animal son rescatados. Solo al 3 % se les ha aplicado la eutanasia.

El proceso de rehabilitación de un perro con actitudes agresivas o temerosas puede tomar meses. Se necesita de paciencia y recursos. EXTRA visitó el Centro de Atención Veterinaria, Refugio y Acogida Temporal (Cavrat), ubicado en Calderón. Está a cargo del Municipio y es donde los canes víctimas de mala tenencia reciben refugio y tratamiento.

A las 08:00 empieza el primer paseo por las calles de Calderón. Esta vez con Bali, Betsabé y Rolo, tres perritos mestizos acogidos hace un par de semanas. “Es imprescindible porque reciben estímulos externos que nos permiten moldear su socialización”, explica.

Antes de eso, los canes ya han recibido ‘clases’ de obediencia, es decir, que responden a comandos para sentarse o saludar. “Eso se logra con premios”, agrega.

CONVERTIR LO MALO EN BUENO

En este Cavrat están unos 30 canes, de ellos 12 ya están listos para la adopción y dos aún se mantienen en observación por el caso de la muerte de un niño de tres años. “Afortunadamente, son pocos los casos de perritos que debemos dormir, es un 3 % del total. Eso, luego del análisis de su comportamiento por varios días”, agrega la especialista.

Zeus es parte de ese porcentaje, además es el único, de este año, involucrado en una muerte y un proceso judicial. “Es muy doloroso tener que aplicarles la eutanasia, pero es mejor, sobre todo para los animalitos”, aclara.

Los que sí pueden tener una oportunidad hasta reciben masajes con aceites esenciales y música de relajación. “Esto se hace sobre todo con los que tienen miedo a los humanos”, explica Gustavo Campos, ayudante de veterinaria.

La dinámica de recuperación se basa en canalizar las energías de los perros con caminatas diarias, exposición controlada a estímulos como perros de la calle, transeúntes y vehículos y socialización directa con otros canes. “Cuando terminamos la caminata, los soltamos a un parque cerrado para que jueguen”, explica Campos.

Esto se repite durante varias semanas, dependiendo del caso, hasta que el can se muestre equilibrado, estable y sociable. Eso sí, todos los ejemplares que entran a este centro son esterilizados para controlar, al menos en parte, la creciente población.

SARGENTO: UN CASO CON FINAL FELIZ

Sargento (derecha) fue adoptado la semana pasada luego de ser rescatado de sus antiguos dueños.CORTESÍA UBA

EXTRA reportó el pasado 30 de enero el caso de Sargento, un perro mezcla de pitbull que fue violentamente golpeado por el sobrino de su dueña.

El video se difundió en redes sociales. Los funcionarios de la Unidad de Bienestar Animal lo rescataron el mismo día. Después de seis meses fue adoptado. “Él era un perrito temeroso con los humanos, pero logramos que socialice nuevamente”, cuenta Guerrero.

Sargento era utilizado por sus tenedores como cuidador de animales de corral y recibió una paliza por matar a uno de los conejos de la casa. La etóloga certificó que no era un peligro, sino que fue víctima de mala tenencia, como la mayoría de casos que se reportan.

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