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Lázaro, levántate y ladra: Bomberos de Esmeraldas rescataron a dos cachorritos
Perritos cayeron por el desagüe de la terraza de un edificio de 3 pisos. Tuvieron que romper dos baños para rescatarlos. A uno le dieron respiración boca a hocico.
Daniel Minda, paramédico táctico del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas, es considerado un héroe, pero no por salvar la vida de alguna persona, sino por rescatar a dos cachorritos.
La tarde del domingo 18 de septiembre su unidad acudió a la Y de San Rafael, donde se reportó la caída de dos perros de un mes de nacidos por un tubo de aguas servidas, desde la terraza de una edificación de tres pisos donde funciona un hostal.
Habían descendido por la cañería el equivalente a unos 12 metros aproximadamente.
José Proaño, trabajador del hostal, dijo que los cachorros recién empezaban a caminar. “Nos dimos cuenta porque escuchamos que estaban llorando”. No sabían dónde estaban hasta que vieron que era en la tubería.
“Estaban por debajo de todas las instalaciones de aguas servidas, debajo del baño y de la ducha. Fue un trabajo complejo porque uno aullaba. Era un poco desesperante porque sabíamos que podían ahogarse por la falta de oxígeno”, contó Minda.
Con técnicas de búsqueda y sonidos, los bomberos determinaron que uno de los cachorros se encontraba debajo del inodoro de una de las habitaciones del segundo piso.
Los bomberos levantaron la taza del baño y cortaron la tubería de 4 pulgadas con una sierra eléctrica manual. El perrito estaba deshidratado y con signos de hipotermia porque estaba mojado.
Luego los rescatistas buscaron al otro animal en todo el entramado de tuberías donde hay codos y divisiones. A diferencia del primer perrito, el segundo no emitía ningún sonido.
El milagro
Los bomberos imaginaron que ya había muerto, por lo que pensaban extraerlo con agua a presión, pero justo cuando iban a lanzar agua con la ayuda de la unidad contra incendios, Minda escuchó un débil aullido.
Con otro tipo de localización fue ubicado a unos 8 metros, en una de las cajas de revisión de las aguas servidas. Los bomberos levantaron la tapa y lo extrajeron con la mano, pero el animalito no tenía signos vitales.
Basado en su experiencia como paramédico y rescatista, Minda lo reanimó dándole masajes en el pecho y respiración boca a boca, aunque en este caso sería boca a hocico.
“Le realizamos compresiones torácicas para la reanimación cardiaca y la reanimación. Lo estabilizamos. Recuperó los signos vitales y se lo entregamos a los dueños. Demostramos que no solo estamos para apagar incendios y rescatar personas, sino que estamos comprometidos con la vida”, agregó Minda.