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Lago Agrio: Un bicho acabó con seis neonatos en un hospital
Los fallecimientos ocurrieron en el hospital Marco Vinicio Iza de este cantón. Los padres aseguran que sus hijos nacieron sin complicaciones
Por un tiempo, Ribentropp Salas dejará Lago Agrio, provincia de Sucumbíos, para intentar olvidar la reciente muerte de su hijo. “Pero a él no lo olvidaré nunca”, afirmó este progenitor que, como otros padres, perdió a su bebito en el hospital Marco Vinicio Iza de esa ciudad amazónica.
Desde el 24 hasta el 28 de julio de 2021 se registraron seis muertes de recién nacidos en el área de Neonatología de esa casa de salud. Los casos se atribuyeron a una bacteria que habrían contraído los infantes, según Fernando Salazar, director del hospital lagoagrense.
Afirmó que el tema se está investigando y se armó un plan de contingencia. “Hemos tomado muestras y cultivos en esa área para evidenciar qué microorganismo los afectó”, indicó el funcionario médico.
Explicaciones
Sin embargo, la declaración del galeno no convencía a Salas, quien contó que su hijo no presentó inconvenientes graves luego de su nacimiento, el 13 de julio. “Tuvo un pequeño problema de asfixia por el cordón umbilical, pero luego lo estabilizaron”.
Pasaron los días y el niño empezó a comer hasta la semana pasada, cuando le detectaron la bacteria Escherichia coli. Aunque con la medicación –que la compró su padre– se fue recuperando.
Pero el 24 de julio, los padres recibieron la noticia de que otra bacteria afectó al bebé. “Nos dijeron que se llamaba Sepsis y le puso duro el estómago a mi hijo”. Luego el recién nacido tuvo un infarto y murió ese mismo día.
Cuando Salas pidió explicaciones, los médicos no le detallaron algo certero. Más tarde, se enteró que su niño no fue la única víctima.
Muertes en cadena
A esta fatídica lista se sumó el nombre del hijo de Jefferson Ríos. Su bebito nació prematuramente el 18 de julio y fue llevado al área de Neonatología. “Fue ingresado en una termocuna porque debían hacerle una terapia. Pero solo era eso y nunca tuvo complicaciones”, afirmó el progenitor.
A los seis días el niñito de Ríos tuvo el mismo problema que los demás: el estómago se le hinchó. “Lo que me dijeron los médicos fue que dejara todo en manos de Dios”. Pero el Todopoderoso se lo llevó.
Ahora se esperan los resultados de las investigaciones médicas a fin de conocer qué tipo de bacteria sería la causante de las muertes en cadena.
Hasta ayer, ninguna autoridad provincial o de la ciudad se pronunció sobre los hechos. EXTRA solicitó una entrevista al gobernador Darío Domínguez, pero manifestó que son temas que los manejan la coordinación de salud.