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Babahoyo: Pescado al cordel, tradición y buen comer
Para muchos puede ser una novelería que lleva años en la provincia de Los Ríos
Al salir de Babahoyo a Quevedo, pasando por el redondel de La Chorrera, el paisaje es una mezcla de agua y plantaciones de arroz y banano. A un costado, en plena carretera, una escena llama la atención: una hilera de pescados asándose en un cordel. Igualito a como cuando se tiende la ropa para que se seque al sol. La única diferencia aquí es que desde abajo se ve que un humo sale y los cubre con su calorcito.
Son los pescados ahumados en ‘modo campo’, con leña, a la intemperie. Da gusto ver como los pescaditos están ‘cordeleados’ a un costado de la carretera. A los viajeros enseguida se les ‘hace agüita’ la boca. ¡Una clase maestra de cocinar a lo montuvio!
Se trata de una tradición en esta zona de Los Ríos que se ha mantenido desde cuando en el campo no había energía eléctrica y a los pescados, luego de limpiarlos, debían ahumarlos o secarlos al sol para que duren varios días. Y algo similar se hacía con la carne de res, que también se la secaba.
Lo que llama la atención de los transeúntes es que el proceso de ahumar los pescados, que son de agua dulce, se lo realiza ahí, al paso, fresquecito.
Tilapia, ratón y viejas
Doña María García es una de las tantas personas que venden esta ‘jama al cordel’ en la vía. Hay tilapia, dica, ratón, lampón, guanchiche y las famosas viejas, que para muchos que no conocen su nombre les causa risa y hasta hacen bromas con sus ‘doñas’.
La dueña del negocio, mientras se mueve de un lugar a otro, dice que su trabajo arranca muy temprano en la mañana limpiando los pescados. Luego busca la leña y con una plancha de zinc hace una especie de cocina.
Los pescados ahumados no están caros. Por las 4 o 5 unidades grandes se paga $ 10. Y las dicas, que son pequeñas, se venden a 5 dólares el cordel entero, donde vienen hasta 10.
García cuenta que es una tradición de muchos años que la gente destaca debido a que le gusta probar algo diferente. Ella los vende crudos, pero si el cliente los quiere para servirse en el momento, una buena tilapia frita, con patacones y salsa de cebolla, le puede costar $ 5.Eso sí, no pida lujos ni aire acondicionado, aquí se come a lo ‘bacán’: al pie de la carretera, en mesitas de madera y sillas de plástico.
HASTA EN EUROPA LO SABEN
Las lluvias que son fuertes en la provincia de Los Ríos han servido para que el buen pescado se haga presente y esto sirve para completar la semana con unos dólares más.
Jefferson Montero, jugador que ha pasado su mayor parte de la carrera fuera del país y ahora está en Aucas, comenta de esta tradición de la comida de su provincia.
“Eso es a otro nivel, un pescado con otro sabor, es algo que lleva años como costumbre, pero hay que probarlo para saber que es bueno”, comentó el riosense, quien dice que esos detalles de su provincia son conocidos en todo el mundo, de los cuales se siente orgulloso. “Yo se lo he contado a mis compañeros en Inglaterra y España”, asegura el jugador.