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Un ‘despelote’ encontraron en uno de los pasillos del cementerio.Tatiana Ortiz / EXTRA

Babahoyo: Enterrado dos veces

Familiares fueron a poner la lápida y hallaron el ataúd fuera del nicho. Creen que la funda de los restos de la abuela confundió a los antisociales

Digna Caleño aún no se recuperaba del dolor que significó despedirse para siempre de su hijo, cuando se percató de que la tumba de este fue profanada por desconocidos.

El sepelio de Reinaldo Caicedo Caleño, alias Rey, quien fue baleado el 1 de marzo pasado en las calles Olmedo y Vargas Machuca de Babahoyo, se realizó la tarde del viernes 3 de marzo, en el camposanto de la capital de Los Ríos.

Sin embargo, la mañana del sábado 4, fecha que escogió su progenitora para ir al cementerio y colocar la lápida, le limitaron el acceso debido a que la Policía Nacional estaba en el procedimiento de lo acontecido.

Se presume que el féretro con los restos del difunto fue sacado en horas de la madrugada y en la mañana los guardias se encontraron con la caja en el pasillo del bloque de bóvedas número 6.

Digna detalló que el nicho 174 es propiedad de la familia y que incluso ahí estaba sepultada la abuela del fallecido, cuyos restos óseos fueron colocados en una funda y puestos entre las piernas de Reinaldo, antes de cerrar el ataúd.

“Quizás alguien se percató de eso y creyó que era algo de valor. Nos dimos cuenta de que habían revisado el cuerpo y hasta le rompieron el vidrio de la caja”, contó la progenitora.

Miembros de Dinased y Criminalística acudieron a verificar el hecho y se les indicó a los parientes que volvieran a sepultarlo.

Los familiares de Rey harán la respectiva denuncia del hecho para que se investigue quién sacó al muerto de la tumba