Gino Godoy fue uno de los quiteños que vivió el concierto de Aventura con más emoción que el resto de fanáticos. El joven, de 27 años, es una persona no vidente y su experiencia fue particular.

Por un lado porque cumplió el deseo de su novia de asistir por primera vez a un evento masivo, al estadio Olímpico Atahualpa, en el norte de la capital. Además, porque el fanático escuchó una de sus canciones favoritas de la agrupación estadounidense: ‘Ella y Yo’.

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Antes de que Romeo Santos interpretara esta canción subió a uno de sus fieles seguidores al escenario para que cantara las partes de Don Omar. Gino no pudo ver la actuación, pero ‘se mató’ de la risa al escuchar la actuación del ‘artista improvisado’.

El joven es baterista y eso le permitía identificar los momentos en los que el fan no vocalizaba al compás de la canción.

En otra localidad del estadio, una joven llamaba la atención de los asistentes. Todos la regresaban a ver porque estaba vestida de novia. Se trataba de Katherine Mackenzie, una ecuatoriana radicada en Alemania que fue vestida de esa manera con el propósito de que Romeo la subiera al escenario y le dedicara ‘La Boda’, una de las canciones más icónicas de la agrupación bachatera.

La chica, de 23 años, contó que viajó junto a su madre desde Europa solo para ver a su banda favorita. Recordó que cuando era pequeña, su progenitora ponía canciones de Aventura y con el tiempo se enamoró de esta música.

Además, dijo que su mami tenía el sueño frustrado de verlos en tarima a los artistas porque hace 15 años, cuando también se presentaron en Ecuador, la señora planificó viajar para apreciarlos, pero un accidente le truncó el deseo.

Katherine grabó varios videos coreando las canciones a todo pulmón y las subió a sus historias de Instagram. No ‘paró bola’ a los ‘melosos’ que querían llamar su atención. “En Alemania tengo varios pretendientes y todavía no me decido”, dijo contenta.

Éricka Sánchez, su hermana menor y una amiga también se pegaron el viaje desde Nueva Jersey, Estados Unidos, hasta la capital para ver de cerca a los artistas de origen dominicano en su última gira juntos denominada Cerrando Ciclos Tour.

Las mujeres pagaron más de 200 ‘latas’ cada una para estar en la primera fila y escuchar a los bachateros. Las ‘picaronas’, llevaron un letrero que decía “Francelys (esposa de Romeo), a tu marido lo amo”.

El trío de fanáticas casi lloran cuando cantaron ‘La Tormenta’, ‘Su veneno’, ‘Mi corazoncito’ y ‘Obsesión’. Ellas fueron una de las primeras fanáticas en pisar el Atahualpa y ‘chuparon’ frío hasta casi la medianoche que duró el concierto.

Más atrás de ellas, un joven gritaba ‘como loco’ el repertorio que llevaron los bachateros. Era Andrés Bermúdez, un quiteño de 39 años, que celebró por dos ese día. Primero, porque había ganado su equipo, Barcelona, 2-1, en el Clásico del Astillero y segundo porque iba a ver al artista responsable de varias de sus historias amorosas. 

De hecho, según Andrés, ese concierto también fue el momento de cerrar ciclos para él. Por eso fue con una camiseta estampada que decía “Loco por terminar una historia con Aventura”.

Esta fue la quinta vez que el fanático fue a ver a sus artistas preferidos. Aunque no cantaron Alexandra, la canción que para él le marcó la vida porque habla de un desamor similar al que él vivió, se fue emocionado por lo vivido.

María Gaibor llegó con su amiga desde San José del Tambo, en la provincia de Bolívar. Ella tiene 26 años y, desde que tenía 9, añoraba con ver de cerca a Romeo Santos. Casi se le salen las lágrimas cuando el cantante interpretó ‘La Tormenta’ junto a una fanática que llamó del público. “Es el mejor de todos”, dijo.

Gibson Ordóñez llegó junto a su madre desde Loja hasta el estadio Olímpico Atahualpa, para festejarle el cumpleaños. Su travesía de más de 15 horas en un bus valió la pena porque corearon cada una de las canciones de Aventura.

Al finalizar el concierto, cuando lanzaron juegos pirotécnicos al cielo, ambos se abrazaron y prometieron vivir nuevamente una experiencia similar.

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