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Decenas de personas se acercaron para darle el último adiós.Édgar Romero / EXTRA

¡En ataúd cumplió deseo!

Un mal procedimiento médico con silicona, parece ser, que mandó a la tumba a la hermosa dependiente.

La estilista Antonella Espinoza Mendoza anhelaba ‘lanzar la casa por la ventana’ el día que cumpliera 20 años de vida, es decir, el 19 de octubre de 2019.

Sin embargo, la mala suerte quiso que no lo pudiera hacer en vida, pues murió esta semana, parece ser, por un mal procedimiento quirúrgico en una clínica clandestina de Guayaquil.

Su hermana, Cruz, y sus demás familiares y amigos no salían del dolor. No lo podían creer. Antonella se había muerto sin que nadie pudiera hacer nada para evitar el trágico destino.

La mañana de ayer, abrazando fuertemente el ataúd, la hermana se mostraba dolida.

En su cabeza no cabía que Antonella hubiera muerto por colocarse silicona en sus pechos.

Entre lágrimas y nostalgia recordó en medio del entierro que su hermana hace una semana le dijo muy claro: “Que iba a celebrar junto a sus familiares y amigos del sector Aguas Blancas y de la parroquia Laurel, los veinte años de vida”.

Dicho festejo conmocionó, por el contrario, a la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGBTI).

La madre Flora Matilde Mendoza está desconsolada frente al ataúd. El cofre mortuorio estaba en la sala de su domicilio de planta baja de su natal.

Entre lágrimas decía: “¿Por qué Antonella me dejaste así?, no soporto más este dolor, te me vas hijita de mi vida”.

Estas eran las palabras que repetía constantemente el allegado.

Antonella llegó hace un año de la provincia Insular de Galápagos. Luego de un tiempo montó gabinete su natal Laurel.

El sepelio de la conocida trans se ha postergado hasta las próximas horas hasta que arriben sus hermanos Roberto y Fausto Mendoza desde la isla Isabela de Galápagos.

Antonella fue reina trans de su tierra natal. Se destacó por ayudar en obras sociales.

La tía de la víctima, Susana Mendoza Coello, dijo que le iba a cocinar un chaulafán que le había pedido su Antonella para celebrar su cumpleaños.

Sin embargo, le tocó hacer aguado de pollo para brindarles a sus amigos que arribaron a su velorio.

“La semana pasada cuando fue la última vez que visitó mi domicilio me dijo: ‘Tía, el sábado me prepara un chaulafán para celebrar mi cumpleaños junto a ustedes y mis amigas de la comunidad’”, pero sus anhelos no pudieron ser.

Una amiga de la hoy occisa, Juli García, dijo que presumía que alguien le ofreció como regalo de cumpleaños que le inyectaran silicona.

“Sospechamos que tal vez esto fue un regalo, pero no acertamos de quién, el lunes fue la última vez que estuvimos reunidas, donde estábamos haciendo un adelanto a su cumpleaños, ya que ella era muy divertida y no se metía con nadie”, indicó la fuente en mención.