Ha transcurrido un año de la peor masacre registrada en una cárcel del Ecuador y los familiares de los 125 reos asesinados el 28 de septiembre de 2021 en el Centro de Rehabilitación Social, también conocida como Penitenciaria del Litoral, aún anhelan conocer la verdad, justicia para sus seres queridos y una reparación por parte del Gobierno.

Ana, la madre de uno de los reclusos cuya vida se apagó en el pabellón 5 de este centro carcelario ubicado en el kilómetro 16.5 vía a Daule, reveló a EXTRA cómo ha sobrellevado el dolor, al perder de forma trágica al mayor de sus tres hijos.

"Me preparé para sepultar a mis padres, pero no a mis hijos. Él tenía apenas 23 años y estaba pagando una pena por robo, le faltaban dos meses para recuperar su libertad, me lo mataron y con su muerte destrozaron mi corazón y la esperanza de poderlo reivindicar a la sociedad", expresa la señora.

Con su voz entrecortada recuerda que por imágenes y videos difundidos en redes sociales se enteró de la masacre y que enseguida se trasladó hasta el centro penitenciario para confirmar si su descendiente estaba entre las víctimas mortales.

"Mi hijo fue asesinado a tiros, le destrozaron su cabeza. Muchos padres hemos quedado con traumas, ya que es difícil borrar las imágenes de nuestros hijos desmembrados, quemados, sin rostro, eso quedará toda la vida en nuestras mentes", relata Ana, quien tras la masacre, junto a otros familiares, creo el Comité de Familiares por Justicia y Cárceles.

El comité se conformó el 4 de octubre pasado. Al principio lo integraban los parientes de 4 privados de libertad asesinados, en la actualidad lo integran 22 familiares.

Este miércoles 28 de septiembre, en el cementerio Ángel de María Canals, del suburbio de Guayaquil, en el bloque donde reposan los restos de 40 de las 125 víctimas de la matanza, decenas de familiares se reunieron para rendir homenaje póstumo a quienes partieron de manera abrupta durante un ataque criminal en la 'Peni'

“No merecían morir así”; ‘Si acaso cometieron un error, el Estado debía rehabilitarlos, no entregarlos muertos”, son expresiones en las que coinciden varias de las mujeres, que quieren justicia y reparación integral, en especial para niños y jóvenes huérfanos.

Luego de participar de la misa campal en el Cementerio del Suburbio, delegación de la Comisión de Derechos Humanos fueron partícipes de otro homenaje póstumo por las víctimas del 28 de septiembre del 2021: Acudieron a la Cárcel Regional del Guayas, donde al menos 300 internos participaron de una Misa que ofreció la Arquidiócesis de Guayaquil, a través de la Pastoral Carcelaria, que ejecuta programas de rehabilitación social en la prisión.

En horas de la noche, integrantes del Comité de Familiares por Justicia en Cárceles, víctimas de las masacres del Ecuador, se reunirán con los representantes del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Hasta el momento, en Ecuador han sido asesinadas al menos 500 personas mientras permanecían en prisión, según cifras del CDH, basadas en reportes oficiales, 388 parecieron durante ocho masacres. Las restantes han muerto en supuestos suicidios, la mayoría ahorcamientos, o ataques individuales, ya sea con arma blanca, de fuego u objetos contundentes, e incluso explosivos.