Un ciudadano lituano que era requerido por la justicia de su país por el delito de tráfico de sustancias sujetas a fiscalización y sobre el cual pesaba una notificación Roja de la Interpol, fue extraditado a su nación, donde será puesto en prisión, el jueves 24 de octubre de 2024.

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El procedimiento estuvo a cargo de la Unidad Nacional Interpol, que escoltó a Andrejus Tokeris desde el Centro Provisional de Libertad Masculino Pichincha Nro. 1 El Inca, en Quito, hasta el aeropuerto internacional Mariscal Sucre, para ser embarcado en un vuelo con destino a Vilna, capital de Lituania.

Tokeris fue sentenciado en su país a doce años, ocho meses y veintinueve días de cárcel por el delito de posesión ilegal de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, y por contrabando de las mismas.

Según la justicia lituana, este sujeto estuvo involucrado desde el 2018 hasta 2020 en la producción y comercialización ilegal de alrededor de 816 kilogramos de metanfetamina en la localidad de Kaunas. Este ilícito le dejaba ganancias de alrededor de $ 7.500 mensuales.

Tokeris fue detenido en su país en 2020, pero fue liberado bajo una fianza de 15 mil euros, mientras duraban las investigaciones, y fue entonces que aprovechó para escapar. El 21 de diciembre de ese año fue finalmente sentenciado, pero ya no se encontraba en el país para cumplir la pena.

El traficante fue capturado el 19 de marzo de 2024 en la comuna Montañita, en la provincia de Santa Elena, luego que la Unidad Nacional de Detención de Personas de Alta Peligrosidad Requeridas por la Ley realizara trabajos de búsqueda y recolección de información que permitieron ubicarlo y capturarlo, para posteriormente ser trasladado a Quito, donde estaba privado de la libertad.

Luego que Lituania lo solicitara de forma expresa y diplomática, el ciudadano fue entregado a personal de la Interpol, que lo buscaba activamente desde el 29 de noviembre del 2023, que lo llevó de regreso a su país, donde fue entregado a la Policía local para su encarcelamiento.

Andrejus Tokeris proviene de una familia de médicos. Eso lo habría llevado a convertirse en un químico del narcotráfico desde los 16 años, edad  en la que  también había empezado con el comercio a gran escala. También involucró en el crimen  a uno de sus hermanos.

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La noticia generó impacto en Lituania porque el padre de Andrejus es un cirujano reconocido en su país y porque la cantidad incautada en su garaje, donde fabricaba las droga, fue considerada histórica, debido a que nunca antes se había encontrado tanta cantidad junta, señaló el portal informativo lituano Delfi.

Tokeris ya había cumplido con una sentencia de 11 años de prisión por posesión de "una cantidad extremadamente grande de drogas con la intención de distribuirlas", informó el medio.

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