Te vas de farra con tu pareja y varios amigos. Un amigo de tu amorcito llega al punto de encuentro y te saluda con un abrazo que te incomoda. Dices: “A lo mejor son ideas mías” y dejas pasar el acto.

Luego, en plena pachanga lo ‘cachas’ mirándote varias veces, sigues ‘meneando el esqueleto’ y ‘no le paras bola’. Después te saca a bailar y él, con el cuento de que es una canción de reguetón, se te acerca más y más… Enseguida, te haces la pregunta: ¿El ‘pana’ de mi novio me ‘está echando los perros’?

Lo primero que debes hacer es identificar si se trata de un flirteo o solo es una malinterpretación de la situación, por eso acláralo con el que ‘se te va de bola’ y ponle límites ‘de una y sin paro’, dice la psicóloga clínica y terapeuta de parejas Sandra Moreira.

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¿Quién tiende más a flirtear, el hombre o la mujer? La especialista indica que no es cuestión de género, está más relacionado con el sistema de valores y creencias que tiene la persona. “Primero, no se coquetea con alguien que ya está en una relación sentimental; y menos si es la pareja de un amigo (a)”, precisa la terapeuta.

Su colega Freddy Arteaga sostiene que caer en las conductas del coqueteo traerá consecuencias, como una posible infidelidad, que a su vez traerá la desconfianza, separación, divorcios y hasta asesinatos, como caso extremo.

“Por eso si uno tiene una pareja y no quiere seguir con ella, lo mejor es terminar. Si él o ella coquetea con tu pareja, a ese individuo no se lo puede llamar amigo (a)”, manifiesta el experto en salud mental.

Arteaga señala que esto no solo puede darse con el ‘pana’ de tu ‘pelado’ (a), también puede ser con el vecino (a), compadre-comadre, compañeros de trabajo, incluso familiares directos o indirectos.

Si le das chance, el asunto puede terminar en infidelidad. Recuerda, hay una persona de por medio, que en teoría debería importarle tanto a la pareja  como a  su ‘yunta’. “Va a darse un problema y saldrán personas heridas, pues sería un engaño”, asevera Moreira.

La terapeuta asegura que al ‘cachudo’ le dolerá perder el doble vínculo que tiene con dos individuos que quiere y le costará reconfigurar sus relaciones con ambos. Suele caer en conductas infieles la ‘pípol’ que no está a gusto con su relación actual, también algunos se aprovecharían de esa inestabilidad, dice Arteaga.

“No olvide que quien es infiel pierde, el traicionado gana la posibilidad de conocer mejores personas”, concluye el psicólogo. En resumen, no codicies la mujer o el hombre del prójimo; un mandamiento, que de incumplirlo, trae consecuencias.

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